Desafía la cordura
con un verso,
que corra a
borbotones la hilaridad y el exceso.
Todo lo que sea por
acabar con esta cotidianidad.
Nada de mi parte
para acortar el proceso.
Duchas frías,
cuerda y preso.
Racionar las
energías
si, por suerte,
salgo ileso.
Si sale mal, quizá
tenga algo que contar
o volver al reprimir
este sentir con pensamientos.
Si, al respirar,
corazonadas vuelven a hacerme vibrar,
tal vez esboce una
sonrisa que alivie mi sufrimiento.