jueves, 31 de diciembre de 2015

Sinuoso

 Me cubro de indiferencia
y pongo la mano en el fuego,
equilibro las carencias
achico el desasosiego.
Anhelo actuar con violencia
contra la injusticia perenne,
asumo las consecuencias,
no espero salir indemne.
Me destruyo y siento alivio
cuando me puede el cansancio,
veo un mar en algo nimio,
me atrae pero me distancio.
Observo la decadencia
y el devenir de los días
absorto ante una presencia
en una habitación vacía.
Me sobran más intenciones
que las de poder respirar,
me da igual lo que ambiciones
si te cuesta empatizar...
Y no entiendes que yo existo
pero a veces ya ni soy,
a duras penas resisto,
pero insisto y vivo el hoy.


¿=?

 No somos iguales
cuando yo me parto el lomo
y te sustento en mis espaldas.
No somos iguales
cuando tú frunces el ceño
o me golpeas con tu ley.
No somos iguales
cuando a mí me cuesta esfuerzo
y a ti te ha venido hecho.
No somos iguales
cuando absurdas minorías
detentan todo el poder.
No somos iguales
si lo llamas democracia
y sólo es una pantomima.
No somos iguales
en una meritocracia
de privilegio y doctrina.
No somos iguales
si dices que eres igual
y acabas cavando mi tumba.
No somos iguales
multiplicando las restas,
dividiendo entre las sumas.
No somos iguales
lobos con piel de cordero,
corderos con piel de lobo.
No somos iguales
y no quieres que lo seamos

pues te resulta un estorbo.

Claroscuros

 ¿Qué puede pasar por la cabeza de una persona
para acabar con su vida?,
¿qué cable puede cruzarse
para pensar que suicidarse es la única salida?.
¿Qué miedos no han de enfrentarse?
¿Qué faltas no se perdonan?
¿Qué suplicio sobrepasa
a la cordura y la devora?
¿Cuáles son esas palabras
balsámicas y reconfortantes
que sirven para sacarte
de esa oscura depresión?
¿Dónde encontrar ese apoyo,
esos hombros, esa espalda
que ayude a aguantar el peso
de otra desilusión?
¿De qué sirven los excesos,
si lo letal es el bajón?
De aquí nadie sale ileso...
no te creas superior.
¿De qué sirve un “te lo dije”
cuando nadie preguntó?
¿Dónde encontrar suelo firme
en una caída infinita?
¿Qué mueve a esa acción fortuita?
¿es duda o determinación?
¿Dónde quedan los momentos
que la desidia frustró?
¿Qué bulle por esos adentros

para perder el control?

Diálogo de besugos

  Mítines donde todos se conocen,
dialéctica para convencidos,
ideas confusas mezcladas con pose,
todos ganadores cuando todos han perdido.
Las mismas lisonjas pidiendo los votos
en la democracia del dedo divino,
los mismos problemas nos dejan absortos
y su burocracia no allana el camino.
Que se den de tortas por un diputado,
que digan que pactan y está todo atado,
que laman el culo a dios y a su madre,
nunca se dan cuenta y, si lo hacen, es tarde.
A más corruptelas más grande es la parte,
los medios afines desviarán el foco,
quien no corre vuela y quien pisa la cárcel,
no roba millones, ni sale en la foto.
Y mientras competimos entre nosotros
más fácil lo tienen para manejarnos,
mientras te lamentas y crees que estás solo,
hay mil como tú que siguen luchando.