viernes, 29 de julio de 2011

Ida de olla 20

Para ti
no significa nada,
para mí
conforma toda una vida.
Para ti
todo se cobra o se paga
para mí
es tu callejón sin salida.
No tengo un puto duro
pero eso es lo de menos,
pues tengo dos pies y dos manos
hermanos, sangre y empeño.
Sé que soy afortunado,
que nada ha caído del cielo,
que muchos lo están sudando
pa que yo siga creciendo.
También sé que hay muchas desgracias
que muchos pierden su curro
y por eso me da rabia
que exista tanto cazurro.
Tanto aspirante a burgués,
"clase media", mejor dicho,
cuyo único interés
es ser un puto mantenido.
Ser ese jefe endiosado
que te mira con desprecio,
o un inepto millonario,
o el más rico de los necios.
No se me caen los anillos
porque sólo tengo uno,
y el callo de mis nudillos
nunca lo deja caer.
Si doy vuelta a mis bolsillos
no encuentro billete alguno,
pero no voy de listillo
fingiendo ser un chico bien.
Me sobra tu honor y tu orgullo,
quiero fuerza y voluntad,
me sobran lujo y barullos
mientras me quede humildad.

Odio

Odiar no es delito,
no está tipificado en el código penal,
ese tocho de papel que parece que está escrito
por un extraterrestre con su lenguaje legal.
Y por eso odio al gobernante,
al político de turno,
al parásito, al mangante,
al que lanza botes de humo
y se las da de tolerante.
Por eso odio al racista,
al ingrato, al egoísta,
al que parece sensato
y no es más que un oportunista.
También odio al tertuliano
que insulta desde su poltrona,
al dictador y al tirano
que creen que no somos personas.
Odio al juez y al policía,
pues de asesinos están llenos
juzgaos y comisarías.
Odio al que va de bueno
y por la espalda te la clava,
y mi odio es como el trueno,
como estas palabras son claras.
Odio al que no tiene en cuenta
que los demás también sufren,
al que vive de las rentas
mientras sus padres se pudren.
Odio al que es más agarrao
que el mango de una sartén
y niega al que está tirao
hasta sus sobras para comer.
Odio,
pero también amo,
me odio hasta a mí mismo
cuando yerro o cuando fallo.
Odio
y más odio recibo
mas todo mi amor es más fuerte
y por eso sigo vivo.

Golpes

La mayor de las derrotas
se concentra en uno mismo,
y lo que ayer era un abismo
hoy es una ilusión rota.
Puede que te parezca una estupidez lo que digo,
si sólo miras pa tu ombligo
o crees que es cuestión de pelotas.
Es algo que yace escondido
en lo más hondo de tu ser
que te empuja a seguir vivo
y no se trata de poder...
si no de ver más allá
de tu estúpida existencia
y de tu mundo artificial.
Me meo en lo espiritual,
me guío por los momentos,
aunque sólo haya escarmientos
no hay nada por lo que rezar...
pero hay golpes que esquivar
y personas por las que dejarse la piel,
si la suerte me abandona y pierdo otra vez mi tren,
me encontrarás esperando, durmiendo en el mismo andén.
Nunca me curo de espantos,
mi sur sigue siendo su norte
la muerte y el desencanto
no impiden que algo me importe.

Clamores

Como una mosca que se posa en tu comida,
después de haber hurgado en una mierda de caballo,
como deambular a solas borracho por una avenida
buscando el camino a casa cuando despiertan los gallos.
Como una batalla perdida sin rendición declarada,
como una palabra amable que no significa nada,
más engaños, más mentiras, más noches en la estacada,
más instantes de desidia y de desazón enclaustrada.
Un segundo de rabia contenida
tras un abrazo vacío carente de sentimiento,
situaciones se suceden y todas son parecidas
las lágrimas se disuelven en sangre que pinta un lienzo.
Intento ocupar mi tiempo
y escapar de vez en cuando,
para no sentirme muerto
por dentro y no recordarlo.
Busco a ciegas un silencio
de luces de mil colores
pero intentan poner precio
hasta a mis miedos y temores.
Tan sólo lejanos clamores
oigo entre tanto ruido
de pitidos y estertores
que no son bien recibidos.
Descolocan mis sentidos
y hacen que vuelva a caer
en la trampa de mis vicios,
si rompe que vuelva a romper...
para recoger los restos
y arrojarlos hacia el mar
buscando un estado imperfecto
de emociones y de paz.

A quemarropa

Intento describir el dolor
para no dejar que me lleve con él,
necesito perderme pa no estar de mal humor,
quizá rasgando una guitarra, quizá emborronando un papel.
Y ya no quiero otros labios que no me sepan a miel,
ni excusas, ni dudas, ni llantos,
ni halagos de todo a cien.
Tan sólo quiero estar bien,
aunque sé que es imposible,
pues todo es imprevisible,
y siempre te pueden joder.
Mis sueños penden de un hilo,
mi sonrisa, de un momento,
mis oídos, de un vinilo
de atormentados lamentos.
Un blues sucio, acelerado
que haga erizárseme el cuerpo,
cuatro polvos bien echados
y noches de vino y de incienso.
A soledad soy propenso,
pero sigo respirando,
inspirando y conspirando
si armadura, indefenso.

martes, 12 de julio de 2011

Paseo interior

Ahí afuera llueve a mares
mas nieva dentro de mí,
estuve en aquellos lugares
adonde nadie quiso ir.
Ruinas y matorrales,
vestigios de ayer olvidados
ríos de secos caudales
bosques de árboles quemados.
Mi cerebro un vertedero
de ideas que ya no sirven,
en medio de un atolladero
siento porque algo en mí vive.
Y mis manos ya no escriben,
mis ojos no quieren ver
más odio del que reciben,
más hambre que engañe a esta sed.
Sombras que hacen compañía
cuando estoy solo y cansado,
carreteras, autovías,
que no van a ningún lado.
Entre montañas me pierdo,
aunque hoy el cielo esté gris
calo mi piel y mis huesos
de todo aquello que perdí.
Huelo la tierra mojada,
me refugio bajo un árbol,
contemplo una noche estrellada
tras nubes de tedio y de mármol.

Sin anestesia

No es cuestión de tiempo,
de esperar a que llegue el olvido,
se trata de lo que siento,
pues uno es parte de lo que ha vivido.
Lo intento y no puedo cambiar,
soy feliz por un momento
condenado a ser fugaz.
Me queda pequeño el disfraz
de aparentar ser inmune
a todo aquello que nos une
y a noches que no volverán.
Me purgo sudando tristeza,
me pierdo en lo inmaterial
de nuevo pruebo la bajeza
que me trae la soledad.
Me abandono poco a poco,
como alguna vez hablamos
si acierto o si me equivoco
sé que te recuerdo en vano.
Porque tú no me recuerdas
y porque no está de mi mano
hacer que tu imagen se pierda
en una tarde de verano.
Me veo como un estorbo,
un bache en tu vida sin mí,
no cejo, respiro hondo,
sólo puedo resistir.

martes, 5 de julio de 2011

A oscuras

Últimamente no hago más que dormir,
mis párpados se cierran y no puedo distinguir
si es real la pesadilla,
si es un sueño este sentir,
camino de nuevo a hurtadillas,
a oscuras por dentro de mí.
Un niño pequeño encerrado
en un cuerpo que va languideciendo,
un cerebro saturado,
desquiciado y sin aliento.
Un corazón bombeando
más sangre en forma de versos,
pulmones alquitranados
testigos de mis excesos.
Golpeo hasta que no siento
mis puños contra esta prisión,
no me sirve de escarmiento
poder superar el dolor.
Gruesos muros de tormento,
frías noches sin pasión,
cicatrices de cemento
y más promesas sin valor.
Sin rendición.
Aunque ya no queden fuerzas,
aunque las cosas se tuerzan
y todo vaya a peor.
Ya sé que no es adecuado
no mirar para otro lado
pero no sería yo...
si no fuera un desgraciado
víctima y ejecutor
que intenta olvidar un pasado
de ansiedad y frustración.