jueves, 31 de mayo de 2018

Cielo gris


¿Cuántos golpes he de soportar para que ya no me afecten?
¿A cuántas puertas he de llamar para que crean en mí?
¿Cuántas trabas se han de dar en los circuitos de mi mente
para poder superar el problema de existir?
¿Cuántos interrogantes?
¿Cuántas verdades a medias?
¿Cuántos deseos errantes?
¿La callada por respuesta?
Quemo lo que me hace parte
de todo lo que no elegí,
y el miedo no es a equivocarme
sino a no saber salir
del estímulo constante,
del dolor de resistir,
del delirio de no amarme,
de este infame cielo gris.

Ego Mortem


Ojalá pudiese desterrar todos los “no” de cada verso,
ojalá pudiese despertar sin muros que me separan,
ojalá pudiese hallar algún valor en lo siniestro,
ojalá pudiese desatar las percepciones que me aplacan.

Ojalá pudiese convertir un “ojalá” en un “puede ser”,
ojalá que un “ojalá” solo sea otra palabra,
dejo estar y es el error lo que me lleva a comprender
que mi razón va a depender de otra vulgar corazonada.

La fortuna no es llegar ni a aspirar ni a merecer,
la fortuna es respirar en una atmósfera viciada,
mis demonios saben que no hay amo a quien obedecer
mi conciencia se hace trizas recordando una mirada.

Y no es valor lo que me falta al entender
la nimiedad de mi existencia no deseada,
¿es la ilusión la causa de este parecer?
me falta amor para quitarme esta coraza.

La lucha sigue...

Podréis humillar, someter,
mirar por encima del hombro.
Podréis pudriros de poder
hasta colmar todos los colmos.
Podréis juzgar y reprimir
con todo el peso de la ley,
podréis vencer y decidir
pero no convenceréis.
Podréis soltar mil discursos
envueltos en baños de masas,
podréis retorcer el absurdo
para ocultar lo que pasa.
Podréis comprar a los medios,
podréis ponernos mordazas,
mas no evitará que pensemos
que sois una puta farsa.
Podréis rapiñar agua y aire
hasta explotar de codicia,
podréis ser putero y fraile
y violar a las novicias.
Podréis echarle la culpa
a lo malo que es el hombre,
y a la falta de valores
de esta sociedad deforme.
Podréis mirarnos con lupa
para sentiros mejores
podréis jodernos la vida
pero no las convicciones.
Podréis matarnos de hambre
o condenarnos al fracaso,
podréis seguir tira que tira
hasta que rompa de un porrazo.
Podréis trazar horizontes,
podréis hasta encarcelarnos,
podréis borrar nuestros nombres
pero nunca nuestros pasos.