martes, 29 de septiembre de 2015

Alimañas

  Pisar la cabeza de la víbora,
trazar un círculo en el suelo y esperar a que pase el chaparrón,
infeccioso como el ébola
es ese vínculo inherente entre impedimento y pasión.
Lo vivido es una rémora
si no existe redención
crees en la fe consumiéndola
y no escuchas tu propia voz.
Y das por hecho que todos pensamos igual que tú,
cuando estás tan alienado que no sientes ni empatía,
buscas identificarte pero no dices ni mu
si ves la injusticia en la calle como el sol todos los días.
“Si nos roban que nos roben”,
“si se forran que se forren”,
naciste cabeza de ratón,
pero siempre ansiaste ser
el culo de un elefante
y no cola de un león.
Si te jode pues te rascas,
yo soy mosca, tengo alas,
molesta, insignificante,
mas sensata y con agallas

para desenmascararte.

Convulsión

 He estado hablando con los fantasmas de los sueños rotos,
nos hemos hecho colegas y acabamos riéndonos de todo,
he roto con los recuerdos que yacían en el fondo
del pozo de mi conciencia de piedras, cristales y lodo.
He visto apagarse una vida en la cama de un hospital,
sufrido medias sonrisas y gozado al poder llorar,
he cargado con la culpa sin haber obrado mal,
busqué situaciones convulsas y la calma fue letal.
Hallé certeza en la duda y no me fío ni de mí,
soy mil leches y mil sangres, me la sopla el pedigrí,
y en mi desgracia mundana saco fuerzas pa reír,
antes de que la desgana en tedio me vuelva a sumir.
Y el pasado ya no pesa más que ese instante jodido
que regresa de improviso avivando el sinsentido,
y sólo pararse a pensar: “mejor tocado que hundido”

ser la china en el zapato o ser la piedra en el camino.

Intemperie

Sé que no puedo saciar con excesos
esta ansiedad galopante,
ni mendigar otros brazos, otro aroma y otros besos.
Sé que mi mente me dice
lo contrario a lo que grita este corazón desbocado
en una atmósfera asfixiante,
donde se desvanecen los sueños
entre toneladas de ganas...
Conservo las cicatrices del primer amor
y aún les da por sangrar de vez en cuando.
Pero sigo deambulando por el mundo
sin un rumbo definido,
con un nudo en la garganta
de eterna desilusión.
Buscando una sombra de certidumbre
en medio de un puto desierto de dudas,
sabiendo que, tarde o temprano,
el cielo se me derrumbe
en otra circunstancia cruda
y no tenga más remedio
que resolver el papelón...
u olvidarme de que existo
y abandonarme a una suerte
donde todo lo previsto

sea soportar el dolor.

Adormidera

  ¿Cómo reparar lo inevitable?
¿Cómo salvarte del abismo al que te abocas y me abocas?
¿Cómo no sentirme permeable
a esta movida que golpea como el mar contra la roca?
¿Cómo subir a por aire
en medio de esta vorágine incomprensible?
¿Cómo amarte?, ¿cómo odiarme?
¿Cómo hacer de esta poesía otro texto indescriptible?
El viento no me es favorable,
me pudro entre las sombras de un olvido aterrador,
otro acto despreciable
de un títere sin cabeza al que le puede el mal humor.
Y extraño encontrar alicientes
en un entorno viciado por intereses opuestos,
soy persona, no un cliente,
no me trates como si no supiera de qué va esto.
Me consumo y te supera,
te consumes y me ciega
que me cierres esa puerta en las narices otra vez.
Que ayudándote no pueda
más que acelerar la espera
de incidentes y desgracias pa volverme del revés.
¿Y qué te crees? ¿que me la sopla?
¿que este dolor no me puede?
¿que esta rabia me es inocua?
Reventando las paredes
conseguí aflojar la soga
de impedimentos inertes,
mi momento es el ahora.