jueves, 17 de noviembre de 2011

Cuestión de números

"Si la sanidad y la educación no son rentables,
que las privaticen",
no sé si lo afirmas en serio
o si no sabes lo que dices.
Tu moral inquebrantable
se compra con circo y perdices
no tiene ningún misterio
seguir ciegas directrices.
Aprendices de tiranos
correctamente políticos,
sin criterio, apesebrados,
escaños plagados de cínicos.
"Un gran banco pagará nuestros desfalcos,
hoy por ti, mañana por mí,
pasado les tocará
a esos pobres infelices".
A esos que se endeudan
por querer tener un techo donde dormir,
a esos a los que embaucan con juguetes
que no se pueden permitir.
Economía de retrete,
pelotazo y a vivir,
te piden que los respetes
mas ¿quién te respeta a ti?
¿El rico produce riqueza
o se la funde en coches caros?
Te pide lealtad a su empresa
y luego te deja en el paro.
Un ERE y todo arreglado,
el pan de tus hijos se rifan
en convenios y tinglados.
Ten un primo concejal
y pídele un chiringuito,
busca un vacío legal
caviar, fiesta y buen rollito.
"Si las cosas salen mal
desaparezco o dimito,
o un año o dos al penal
gracias a mis amiguitos".
Y luego te piden que votes
aunque sea al más enrollao,
papel que meto en un sobre
y todo solucionao.
Nos quieren ver de prestao,
alimentando su farsa,
da igual que seas pijo o indignao,
da igual que seas rojo o facha,
todo les sale rodao
con tal de que compres su marca.

lunes, 14 de noviembre de 2011

Fuera de lugar

El silencio lo inunda todo
y los pensamientos fluyen con claridad,
el lenguaje se convierte en un estorbo
cuando sobran las desgracias y ya no hay amor que dar.
Estoy fuera de lugar
pero me siento a gusto nadando a contracorriente,
me da igual que no sea justo el no querer despertar,
prefiero este sueño perpetuo a más mentiras complacientes.
La maleza que crece en las cunetas,
la piedra que descansa en lo más hondo del mar,
la tristeza que alimenta a los poetas,
las canciones olvidadas que nadie se atrevió a cantar.
Me vuelvo a dejar llevar
por seis cuerdas desgastadas,
por un trozo de madera,
por notas desafinadas
que hacen la espera fugaz.
No quiero y me dejo atrapar
por sentimientos constantes
que surgen amenazantes
buscando mis alas cortar.
Termino y vuelvo a empezar
nazco y muero en cada verso,
tan finito como inmenso,
tan frágil como inmortal.

lunes, 7 de noviembre de 2011

Introspección V

Busqué tan dentro de mí que se me olvidó salir
y desde entonces todo mal es menor,
la tinta tejió palabras que nunca me atreví a escribir,
el sudor mojó mis sábanas de inquebrantable temor.
Permanecí inalterable por fuera,
como las fachadas apuntaladas de los edificios en ruinas,
por dentro sólo cascotes, vigas rotas de madera,
algo murió sin remedio, enfermedad, ni medicina.
Ahora contemplo el cielo sentado sobre los escombros,
prefiero ver las estrellas a una luz artificial,
ahora me pierdo en silencios, recojo cristales rotos,
ya no creo en sortilegios de falsa felicidad.