jueves, 29 de diciembre de 2016

Las horas bajas

 Una idea en la cabeza
como la bala en el tambor de una pistola,
otra historia que te aleja
y que se cierne como sombra en la memoria.
Es procesión mortuoria
de guadañas oxidadas
o sensación premonitoria,
pero desgarra y se clava.
Como el muerto sin mortaja,
ni ataúd para pudrirse
bajo esta tierra mojada
doblada por no partirse…
porque ya estaba partida,
doblegada, dividida
y cosida en carne viva
sobre los tiempos felices.
Aquel amasijo de hierros
alberga el lejano fulgor
que yació tras el destierro
de un inesperado adiós.
Y en las puertas del infierno
el frío sienta mejor
que otro gris remordimiento

de inefable mal humor.

miércoles, 14 de diciembre de 2016

Toma Soma

No es un aro por el que estás obligado a pasar,
es una trituradora a la que te empujan sin más,
no es tu culpa, aunque te lo hagan pensar,
tan solo eres otra pieza en manos de su capital.
Si estás en paro, te dicen que pienses en positivo,
que quizá no estén buscando gente con tu perfil,
no hay poder más aberrante que el poder adquisitivo,
no existes si no consumes, resígnate a sobrevivir.
Y si todo se resume a comprar comodidades
y la gente ya no aspira a mejorar sino a tener,
no hace falta que me cuentes del dinero sus bondades,
pues hay miseria a raudales, pero no la quieres ver.
Te conformas con dorarle la píldora al poderoso,
esperando su propina como el ludópata un bingo,
juzgas por las apariencias y te crees muy generoso
por cumplir tu penitencia de ir a misa algún domingo.
Pero el Dios que tanto buscas está sordo como el muro
que construyes con falacias para acallar tu conciencia,
comiendo de un plato caliente mientras otros comen crudo
cualquier minucia es excusa para mostrar obediencia.
Cuarenta años de hostias parece que hicieron efecto,
las masas se quedan en casa o, como mucho, van al bar,
los que mandan se mantienen, el atraco fue perfecto,
se murió el perro... y la rabia es lo que me hace vomitar.

Ascuas

Mientes cuando dices que no puedes,
mientes porque sabes que no quieres,
mientes y hasta te crees tu mentira
y esperas que yo te crea,
lo olvide y trague saliva.
No me importa si me arrastra la marea,
no te importa si me llevan los demonios,
un incendio llevo dentro
que me consume y me aliena,
mas con ascuas sigo urdiendo
palabras por testimonio.