martes, 19 de marzo de 2019

Posición fetal

El abrazo de una madre,
las caricias de una amante,
olvidar lo que es la muerte,
las ganas que tengo de verte
y no tener que recordarte
como algo difuso y lejano
por más esfuerzos en vano
que invierta es irrelevante…
pues no puedo desterrar
la tristeza en mi mirada,
ni dejar de capturar
sentimientos con palabras.
Estrés, depresión, ansiedad
son tres musas desalmadas
que aniquilan madrugadas
y minan la voluntad.
De nada sirve esperar
a que regrese esa calma
que como un manto arropaba
mi ingenua fragilidad.
La acción está asegurada,
todo es posible si hay ganas,
las idas y las venidas
son batallas que librar.

Retales

Huyo para no volver
a tener que pasar los malos tragos,
sabiendo que es imposible
abstraerse al cien por cien.
Callo más de lo que sé,
aprendo del instante aciago
aunque sea incomprensible
mi razón, no emprenderé…
más guerras contra mi sino,
más conflictos intestinos,
más odiseas de papel,
si no encuentro más motivo
que vivir (o seguir vivo)
sé que no repetiré.
Pues me cansé de aguantar lo indecible,
de dibujar lo indescriptible
y de ahogarme en esta sed.
Si me alejo no es por gusto,
sino por supervivencia,
por no alterar mi conciencia
y devastarla por placer.
Busco lealtad, no quiero fe.
Busco cariño, no interés.
No me dores más la píldora
que me van a salir úlceras
de tragar mi estupidez.

Asepsia

Soy una sombra de lo que fui
y un tenue reflejo de lo que seré
ni yo mismo sé cómo llegué hasta aquí,
ni quiero saber dónde acabaré.
La luz al final del túnel que cuentan
quienes regresaron de un coma profundo,
una sensación húmeda y etérea
la premonición de un temor nocturno.
Un resorte en mi cabeza
que se activa de improvisto
y me llena de dilemas,
angustia y escepticismo.
Pero seguiré (mientras pueda)
enfrentándome a mí mismo
sabiendo que de esta refriega
es inútil salir vivo.