domingo, 31 de agosto de 2014

Ye lo que hay

Me levanto a duras penas,
no hay motivo para hacerlo,
es mejor no removerlo
y olvidarse de problemas.
 Me sumerjo bajo el agua
del río y me siento bien,
está lloviendo, hace frío,
pero soy árbol, soy roca,
soy corriente y también pez.
 Si sufrir es lo que toca
sin dudarlo, sufriré,
si los nervios se desbocan,
al redil han de volver.
 No hay mal que cien años dure
ni almorrana que no joda,
si me ataca la desgana,
otra hostia y a correr.
 Gasta ya esas putas suelas
o espera a que llegue tu hora,
no te enseñan en la escuela
lo que tienes que aprender.
 Pues se aprende con los golpes,
pensando y estando a solas,
la emoción no se controla
y lo malo tiende a doler.

Deseo

Intento llegar hasta ti,
me cuesta sangre y sudor,
mi penitencia elegí,
sacrificando el control.
 Tras llenar mis pies de llagas
desafiando el dolor,
me vi donde no queda nada
y me llené de desazón.
 Delirio onírico.
Intento abrazarte y te desvaneces,
como un fantasma del recuerdo más amargo.
 Me siento espídico
y te me apareces
en el momento oportuno
pa reventar mis altares.
 Y todos aquellos lugares
donde nos compartimos
me dicen tu nombre a voces
impidiéndome pensar.
 No puedo ni quiero esperar,
pero espero, sin embargo,
me refugio en mi letargo,
hay problemas pa exportar.

Atracción

 Un torrente tan intenso
que me arrastra de repente
si me concentro y lo pienso
puede salir aún peor.
 Dame noches de verano,
dame fuego, dame incienso,
alimenta con tus manos
mis sentidos de pasión.
 Si antes éramos extraños
y ahora te llevo aquí dentro,
no hay culpa, falta o engaño
que cambie esta sensación.
 Imposible es evitarlo,
pese a mil impedimentos,
soy tuyo, no puedo negarlo,
lo nuestro es mutua atracción.

Declive

 Mi cuerpo se oxida,
y mi mente se erosiona decepción tras decepción,
puto mundo, perra vida,
fracasando en el intento aprendí a echarle valor.
 Me concentro y me disperso al mismo tiempo,
pero no me arrepiento...
 Cada letra que conforma estas palabras
se convierte en el tesoro más preciado.
 El llanto olvidado
en lo más profundo de una carcajada,
la chispa que empieza
el fuego imparable de la frustración.
 No quiero que entren
y arrasen de nuevo
las pocas estancias de mi propio yo.
 ¿Tendré que ser fuerte
o aparentar serlo?
resisto y me niego,
no atiendo a razón.
 Hacer un éxtasis de una bocanada de aire puro,
entrar en trance escuchando una canción,
obviar sintaxis, gritar y quedarme mudo,
abrir camino...
o al menos dejarlo mejor
de lo que uno se lo encontró.