domingo, 30 de julio de 2017

Besar la lona

 Lo que borra mi sonrisa
es lo que enciende mis enfados,
lo que a ti te aterroriza
a mí me resulta común.
Aquellos que todo teorizan
nunca tienen nada claro,
las certezas no divisan
más que un horizonte azul.
Y se quiebran los sentidos
con un soplo de aire puro,
y se acortan las distancias
pero no la desazón
que implica sentirse vencido
en el último asalto a los puntos,
añorando la ignorancia

de creerse un ganador.

No World Order

¿Compensan tantos pinchazos
por frutos de zarzamora?
¿Compensa contar las horas
que me empujan al rechazo?
¿Compensa tanto egoísmo
en un silencio endiablado?
¿Compensa sentirse olvidado
o es pecado el victimismo?
De tanto pensar si compensa
en diálogos con uno mismo,
ahora espero un cataclismo
que transgreda a la protesta.
Las élites piden aplausos
y que alcemos sus banderas,
el miedo erige fronteras
de prejuicios que son falsos.
Como falsa es la moneda
con la que nos compran la vida
quienes no tienen diatribas,
ni principios, ni dilemas.
No hace falta que me apuntes,
me pongo yo en la diana,
grito y no me da la gana
cambiar para que te guste.
No hace falta que te asustes
si no creo en tu sistema,
ni apoyo tu estratagema
de coacciones y de embustes.
Y, quizás, nunca me ajuste
a tus normas y opiniones,
pero tengo convicciones

y no quiero que me ilustres.