viernes, 28 de agosto de 2015

En la parra

Diez de cal y diez de arena,
y, después de tantos años
aún no sé cuál es la buena.
Complacencia y autoengaño,
aliados de una pena
que se crece y hace daño
cuando menos te lo esperas.
Te hago un sitio en mi burbuja
doy, no espero nada a cambio,
si los instintos me empujan
soy y no me siento extraño.
Pues siendo no temo a no tener...
el silencio se retuerce en otra bola de papel,
en cuerdas de una guitarra,
en el tacto de tus labios,
en tardes subido a la parra

consumiendo el calendario.

Delirio nº 3

 Entre tú yo sobra la ropa,
sobran miedos y tormentos,
si puedo sentir tu aliento
y compartimos esta copa.
Sincronizar los latidos
apurar cada momento
nuestro techo un firmamento
de deseos no fingidos.
Y no importa lo que digan
mientras nos quede pasión
y a lomos de una ilusión
nos lamemos las heridas.
Sin esta actitud suicida
se perdería la emoción,
nuestro mundo en un colchón
mi éxtasis, verte dormida.
Y aunque todo vaya mal
te llevaré siempre conmigo,
y tu amor será mi abrigo
cuando me pueda el bajón.
Sé que no te puedo dar
más que un trozo de mi alma,
un rinconcito en mi cama
o tocarte una canción.
Dentro de mis intestinos
la undécima rima de Bécquer,
será porque veo tu cara
en la de todas las mujeres.
Y no me hacen falta palabras
para expresar lo que siento,
aunque el destino sea incierto,

mi calma estará en tu mirada.

Intrascendente

 Mucho continente y poco contenido,
mucho postureo y poco trabajo detrás,
muchas pataletas de niñato consentido,
clichés rancios y obsoletos: tu puta modernidad.
Y me miras por encima como si fuese un apestado,
mientras yo me río por dentro de lo absurdo de tu pose,
sobrellevo el día a día y casi vivo de prestado,
a ti nada te ha faltado, pero siempre quieres más.
No me da envidia tu novia, no me da envidia tu coche,
es más, te compadezco por no mirar más allá,
ante la adversidad me crezco, como el humilde y el pobre,
tú te cagas por las patas mientras llamas a mamá.
Tengo muchas cicatrices y estoy orgulloso de ellas,
pues detrás de cada una hay una historia que contar,
no me hacen falta galones, ni medallitas, ni estrellas,

sigo vivo y en la brecha, respirando libertad.

Delirio nº 2

 Haces que me encienda con un leve pestañeo,
haces que desee entregarme y entregarte a los brazos de Morfeo,
amar por amor al arte, sentir ese cosquilleo,
tras darme de cabezazos contra todo eso que temo.
Trafico con sensaciones que no puedo describir
y pinto de mil colores las nubes de este cielo gris,
acumulé decepciones, me las vi y me las sufrí
por un soplo de aire puro pero no me arrepentí.
Ahí afuera está tan crudo que da pereza salir
y enfrentarme contra un mundo de impresiones por cumplir,
mi aliado es el absurdo, no espero a verlas venir,
la fruta del árbol fecundo de estiércol se ha de nutrir.
Y entre tanto mamoneo y devaneo con lo estéril,
encumbran lo chabacano e idolatran al imbécil,
lo frívolo es ley de mercado y no es cuestión de ser más hábil,
aunque creas que me equivoco
no escogí el camino fácil.