jueves, 31 de diciembre de 2015

Sinuoso

 Me cubro de indiferencia
y pongo la mano en el fuego,
equilibro las carencias
achico el desasosiego.
Anhelo actuar con violencia
contra la injusticia perenne,
asumo las consecuencias,
no espero salir indemne.
Me destruyo y siento alivio
cuando me puede el cansancio,
veo un mar en algo nimio,
me atrae pero me distancio.
Observo la decadencia
y el devenir de los días
absorto ante una presencia
en una habitación vacía.
Me sobran más intenciones
que las de poder respirar,
me da igual lo que ambiciones
si te cuesta empatizar...
Y no entiendes que yo existo
pero a veces ya ni soy,
a duras penas resisto,
pero insisto y vivo el hoy.


¿=?

 No somos iguales
cuando yo me parto el lomo
y te sustento en mis espaldas.
No somos iguales
cuando tú frunces el ceño
o me golpeas con tu ley.
No somos iguales
cuando a mí me cuesta esfuerzo
y a ti te ha venido hecho.
No somos iguales
cuando absurdas minorías
detentan todo el poder.
No somos iguales
si lo llamas democracia
y sólo es una pantomima.
No somos iguales
en una meritocracia
de privilegio y doctrina.
No somos iguales
si dices que eres igual
y acabas cavando mi tumba.
No somos iguales
multiplicando las restas,
dividiendo entre las sumas.
No somos iguales
lobos con piel de cordero,
corderos con piel de lobo.
No somos iguales
y no quieres que lo seamos

pues te resulta un estorbo.

Claroscuros

 ¿Qué puede pasar por la cabeza de una persona
para acabar con su vida?,
¿qué cable puede cruzarse
para pensar que suicidarse es la única salida?.
¿Qué miedos no han de enfrentarse?
¿Qué faltas no se perdonan?
¿Qué suplicio sobrepasa
a la cordura y la devora?
¿Cuáles son esas palabras
balsámicas y reconfortantes
que sirven para sacarte
de esa oscura depresión?
¿Dónde encontrar ese apoyo,
esos hombros, esa espalda
que ayude a aguantar el peso
de otra desilusión?
¿De qué sirven los excesos,
si lo letal es el bajón?
De aquí nadie sale ileso...
no te creas superior.
¿De qué sirve un “te lo dije”
cuando nadie preguntó?
¿Dónde encontrar suelo firme
en una caída infinita?
¿Qué mueve a esa acción fortuita?
¿es duda o determinación?
¿Dónde quedan los momentos
que la desidia frustró?
¿Qué bulle por esos adentros

para perder el control?

Diálogo de besugos

  Mítines donde todos se conocen,
dialéctica para convencidos,
ideas confusas mezcladas con pose,
todos ganadores cuando todos han perdido.
Las mismas lisonjas pidiendo los votos
en la democracia del dedo divino,
los mismos problemas nos dejan absortos
y su burocracia no allana el camino.
Que se den de tortas por un diputado,
que digan que pactan y está todo atado,
que laman el culo a dios y a su madre,
nunca se dan cuenta y, si lo hacen, es tarde.
A más corruptelas más grande es la parte,
los medios afines desviarán el foco,
quien no corre vuela y quien pisa la cárcel,
no roba millones, ni sale en la foto.
Y mientras competimos entre nosotros
más fácil lo tienen para manejarnos,
mientras te lamentas y crees que estás solo,
hay mil como tú que siguen luchando.


lunes, 30 de noviembre de 2015

Poder de sugestión

Si fuese tan fácil...
si supusiese algo más que un antídoto
contra esta realidad enrevesada...
si pudiese concebirse
tan sólo un quizás...
Condicional:
Puntos suspensivos...
apartemos lo banal
y obsérvate: individuo.
Un simple punto de una foto
en continua transformación.
Un conjunto de células
abocadas a su desaparición.
Tal vez un par de sueños
de esos que nunca se materializan,
pero que sirven de motor...
la pizarra con la tiza,
el pétalo de una flor,
otra ilusión quebradiza,
otro verso,
otra canción.


Ni un minuto de silencio

 Ojalá fuese un mal sueño...
y toda esa sangre derramada
no fuera más que de atrezzo.
Ojalá quien se cree dueño
de una verdad tan profunda
para llegar a matar,
cavase su propia tumba
de miedos y mezquindad.
Cobarde es el que ejecuta,
pero ¿qué hay de aquel
que manda ejecutar?
Esto es más que una disputa,
cuando el contrincante
no atisba ni a razonar.
Simplificar lo confuso,
intentar andar a ciegas,
es tu culpa, pobre iluso
si te caes y te la pegas.
Y todas esas putas banderas...
y todas esas muestras de condolencia impostada...
y todas las consignas, y todas sus monsergas,
cuando la guadaña acecha ya no significan nada.
Porque ninguna idea o religión
han de valer más que una vida,
porque el absurdo se conjuga en la traición
cuando parece que hay salida.
Porque nos muertos nunca huelen
en los despachos de quien manda asesinar,
porque te matan si ya temes
hasta salir a la calle y gritar.
Tu corazón seguirá latiendo,
pero una parte de tu alma habrás aniquilado
si prefieres callar o mirar para otro lado,
tan vil frivolizar el sufrimiento
como dejar hacer o no darse por enterado,
contra el horror, ni un minuto de silencio,
en cualquiera de sus formas,

sea en propios o en extraños.

Anomalía

 Lleno, pero no pleno,
oscuro, mas no sombrío,
absorto, pero sereno,
ausente, mas no vacío.
Disculpa si ya no sonrío
ni disimulo el descontento,
disculpa si no soy un crío
de esos que tragan con cuentos.
Soy guardián de mi silencio
donde las voces son ruidos;
los instintos, reprimidos,
y el valor es sólo un precio.
Observo sentado en un banco
las rutinas de la gente
y de una mirada arranco
otro pequeño aliciente.
Intento ponerle freno
a esta insana anomalía,
las palabras se me lían,
me llevan a su terreno.
Me abstrae hasta ponerme enfermo,
este impulso hacia el abismo
al que me aboco yo mismo
para oxigenar mis adentros.


Subliminal

Si la mochila me pesa
suelto lastre,
ante la angustia que no cesa
cualquier solución es buena
para evitar el desastre.
Conjeturas y dilemas
traigo para regalarte,
he perdido los esquemas
buscando cómo encontrarme.
Me hablas como si fuera
yo quien debe convencerse
de que no hay paz si no hay guerra
en un tablero de ajedrez.
Insultas mi inteligencia
cuando crees ser más valiente,
en este juego de intereses
tú prefieres ser el juez.
Temes lo que desconoces,
desconoces lo que temes,
como un burro pegas coces
sin mirar a quién le das.
Tu frustración alterada,
un grito entre tantas voces
de ignorancia acomplejada
incapaz de recordar.
Pues no existe sangre pura
ni cultura tan loable
que no traiga dictaduras
ni reprima hasta mandar
a los mismos inocentes
a una muerte imaginable,
no alimentes esa mierda,
sé consciente,
escucha, razona y piensa,

lo más fácil es hablar.

viernes, 30 de octubre de 2015

Ida de olla 27

 Ya puedo dejarme los cuernos
currándomelo a destajo,
pese a no tener trabajo,
que seré un farandulero.
Soy músico, soy un vago,
escribo, un aventurero,
no sigo las reglas del juego,
merezco ser marginado.
En este país de borregos,
donde el pastor es un dios
el díscolo es desertor
reeduquémosle, al talego.
Entrego sangre y sudor,
que no suene lastimero,
pero una canción prefiero
a otro cheque al portador.
Pero busco mi sustento
y aquí sólo encuentro trabas,
eres tonto si no tragas
y aceptas con cualquier cosa.
Situación indecorosa,
no empleado, esclavizado,
apocado y sometido,
has de estar agradecido
y pagarte las esposas.
Ser puta y poner la cama,
no quejarse y trabajar,
sea a quien sea pisar
con tal de encontrar la fama.
Una fama que consiste
en aparentar ser lo más
comprar algo pa fardar,
ser gracioso y contar chistes.
Robarle a tu igual el alpiste,
después de ello, alardear,
el pícaro vuelve a triunfar,
lo históricamente triste.
¿Qué nos queda si no abrimos
la mente de una vez por todas?
Soy sincero, aunque te joda,
de aquí no salimos vivos.
Puta mierda, democracia,
puto fútbol, putas modas,
a otro tonto con sus trolas,
no les voy a reír las gracias.
Y no es opio su receta
como rezaba la cita,
sólo es otra pildorita
de su gris publicidad.
Entiéndelo si te peta,
la cosa está bien clarita
si el muerto no resucita,
de nada sirve amputar.


El sendero

Desando el camino y se me hace más corto,
me siento más yo sintiéndome nada,
una ínfima parte de todo este entorno,
la rama del árbol, la piedra en el agua.
Oler las hojas secas y el verdor del pasto,
mojarme con la lluvia y secarme en una hoguera,
comprender que nada es perfecto, ni exacto,
respirar el aire como vez primera.
Observo animales salvajes
y me resulta más inspirador
que ese baile de disfraces
de esa civilización.
Y sigo sintiendo culpa,
que funciona cual motor
carburado con deseos
de ir haciéndolo mejor.
A solas miro con lupa
lo que origina el error,
entre mil y un escarceos
de impotencia y mal humor.
Encuentro esa ansiada esencia
en lo que hay alrededor,
me vuelvo a armar de paciencia
para cargar con mi yo.
En un remanso del río
tiré piedras hasta hartarme
y me sentí otra vez crío,
conseguí despreocuparme.
Mis huellas dejé sobre el fango
en el que nada es perdurable,
el sendero se iba cegando
de maleza impenetrable.
Y yo, a hostias con un palo
combatiendo aquellas zarzas
(vara verde de avellano
contra espinas como dagas)
conseguí acceder a un claro
y contemplé en lontananza,
que cuando todo es aciago,
calma es buenaventuranza.


Y...

Me peleo con las palabras
por no autolesionarme,
transitan pensamientos
con rumbo a ninguna parte.
Infame el desaliento
si no intentas levantarte,
caducos juramentos
no redimen al cobarde.
Estancias donde nadie
se atreve ni espera a estar,
sustancias que consiguen
el temor soliviantar,
quimeras irreales
para cuerdos desquiciados,
cargando a las espaldas
los sueños no realizados.
Que nadie se lleve a engaño...
hay cosas que no se pasan
con el correr de los años.
Hay dolores que agudizan
las ganas de no sentir
y memorias quebradizas
y rencor pa repartir.
Circunstancias y actitudes,
y un tiempo que consumir,
y un espacio que ocupar
hasta dejar de vivir.


Réquiem

Gracias por inculcarme este amor por las letras,
por descubrirme libros, literatos y poetas,
gracias por enseñarme a poner la otra mejilla,
gracias por empujarme a darle vuelta a la tortilla.
Gracias por consentirme, por mimarme y por quererme,
gracias por darme alas y arroparme con tu calma,
quizá no sea lo que quieres, ahora que no estás presente,
pero te llevo tan dentro que formas parte de mí...
Hoy se cumplen ya diez años
de aquella mañana gris,
de aquella maldita llamada
de aquella agonía vil.
Hoy se cumplen ya diez años
desde que te atropellaron,
pensé que lo superaba,
pero no lo tengo claro.
Y no es rencor lo que siento,
sé que no te gustaría,
pero va pasando el tiempo
y me pregunto lo que harías,
al ver que aquellos cimientos
descansaban sobre arena,
al ver que con tu silencio
se avivaron los problemas.


martes, 29 de septiembre de 2015

Alimañas

  Pisar la cabeza de la víbora,
trazar un círculo en el suelo y esperar a que pase el chaparrón,
infeccioso como el ébola
es ese vínculo inherente entre impedimento y pasión.
Lo vivido es una rémora
si no existe redención
crees en la fe consumiéndola
y no escuchas tu propia voz.
Y das por hecho que todos pensamos igual que tú,
cuando estás tan alienado que no sientes ni empatía,
buscas identificarte pero no dices ni mu
si ves la injusticia en la calle como el sol todos los días.
“Si nos roban que nos roben”,
“si se forran que se forren”,
naciste cabeza de ratón,
pero siempre ansiaste ser
el culo de un elefante
y no cola de un león.
Si te jode pues te rascas,
yo soy mosca, tengo alas,
molesta, insignificante,
mas sensata y con agallas

para desenmascararte.

Convulsión

 He estado hablando con los fantasmas de los sueños rotos,
nos hemos hecho colegas y acabamos riéndonos de todo,
he roto con los recuerdos que yacían en el fondo
del pozo de mi conciencia de piedras, cristales y lodo.
He visto apagarse una vida en la cama de un hospital,
sufrido medias sonrisas y gozado al poder llorar,
he cargado con la culpa sin haber obrado mal,
busqué situaciones convulsas y la calma fue letal.
Hallé certeza en la duda y no me fío ni de mí,
soy mil leches y mil sangres, me la sopla el pedigrí,
y en mi desgracia mundana saco fuerzas pa reír,
antes de que la desgana en tedio me vuelva a sumir.
Y el pasado ya no pesa más que ese instante jodido
que regresa de improviso avivando el sinsentido,
y sólo pararse a pensar: “mejor tocado que hundido”

ser la china en el zapato o ser la piedra en el camino.

Intemperie

Sé que no puedo saciar con excesos
esta ansiedad galopante,
ni mendigar otros brazos, otro aroma y otros besos.
Sé que mi mente me dice
lo contrario a lo que grita este corazón desbocado
en una atmósfera asfixiante,
donde se desvanecen los sueños
entre toneladas de ganas...
Conservo las cicatrices del primer amor
y aún les da por sangrar de vez en cuando.
Pero sigo deambulando por el mundo
sin un rumbo definido,
con un nudo en la garganta
de eterna desilusión.
Buscando una sombra de certidumbre
en medio de un puto desierto de dudas,
sabiendo que, tarde o temprano,
el cielo se me derrumbe
en otra circunstancia cruda
y no tenga más remedio
que resolver el papelón...
u olvidarme de que existo
y abandonarme a una suerte
donde todo lo previsto

sea soportar el dolor.

Adormidera

  ¿Cómo reparar lo inevitable?
¿Cómo salvarte del abismo al que te abocas y me abocas?
¿Cómo no sentirme permeable
a esta movida que golpea como el mar contra la roca?
¿Cómo subir a por aire
en medio de esta vorágine incomprensible?
¿Cómo amarte?, ¿cómo odiarme?
¿Cómo hacer de esta poesía otro texto indescriptible?
El viento no me es favorable,
me pudro entre las sombras de un olvido aterrador,
otro acto despreciable
de un títere sin cabeza al que le puede el mal humor.
Y extraño encontrar alicientes
en un entorno viciado por intereses opuestos,
soy persona, no un cliente,
no me trates como si no supiera de qué va esto.
Me consumo y te supera,
te consumes y me ciega
que me cierres esa puerta en las narices otra vez.
Que ayudándote no pueda
más que acelerar la espera
de incidentes y desgracias pa volverme del revés.
¿Y qué te crees? ¿que me la sopla?
¿que este dolor no me puede?
¿que esta rabia me es inocua?
Reventando las paredes
conseguí aflojar la soga
de impedimentos inertes,
mi momento es el ahora.


viernes, 28 de agosto de 2015

En la parra

Diez de cal y diez de arena,
y, después de tantos años
aún no sé cuál es la buena.
Complacencia y autoengaño,
aliados de una pena
que se crece y hace daño
cuando menos te lo esperas.
Te hago un sitio en mi burbuja
doy, no espero nada a cambio,
si los instintos me empujan
soy y no me siento extraño.
Pues siendo no temo a no tener...
el silencio se retuerce en otra bola de papel,
en cuerdas de una guitarra,
en el tacto de tus labios,
en tardes subido a la parra

consumiendo el calendario.

Delirio nº 3

 Entre tú yo sobra la ropa,
sobran miedos y tormentos,
si puedo sentir tu aliento
y compartimos esta copa.
Sincronizar los latidos
apurar cada momento
nuestro techo un firmamento
de deseos no fingidos.
Y no importa lo que digan
mientras nos quede pasión
y a lomos de una ilusión
nos lamemos las heridas.
Sin esta actitud suicida
se perdería la emoción,
nuestro mundo en un colchón
mi éxtasis, verte dormida.
Y aunque todo vaya mal
te llevaré siempre conmigo,
y tu amor será mi abrigo
cuando me pueda el bajón.
Sé que no te puedo dar
más que un trozo de mi alma,
un rinconcito en mi cama
o tocarte una canción.
Dentro de mis intestinos
la undécima rima de Bécquer,
será porque veo tu cara
en la de todas las mujeres.
Y no me hacen falta palabras
para expresar lo que siento,
aunque el destino sea incierto,

mi calma estará en tu mirada.

Intrascendente

 Mucho continente y poco contenido,
mucho postureo y poco trabajo detrás,
muchas pataletas de niñato consentido,
clichés rancios y obsoletos: tu puta modernidad.
Y me miras por encima como si fuese un apestado,
mientras yo me río por dentro de lo absurdo de tu pose,
sobrellevo el día a día y casi vivo de prestado,
a ti nada te ha faltado, pero siempre quieres más.
No me da envidia tu novia, no me da envidia tu coche,
es más, te compadezco por no mirar más allá,
ante la adversidad me crezco, como el humilde y el pobre,
tú te cagas por las patas mientras llamas a mamá.
Tengo muchas cicatrices y estoy orgulloso de ellas,
pues detrás de cada una hay una historia que contar,
no me hacen falta galones, ni medallitas, ni estrellas,

sigo vivo y en la brecha, respirando libertad.

Delirio nº 2

 Haces que me encienda con un leve pestañeo,
haces que desee entregarme y entregarte a los brazos de Morfeo,
amar por amor al arte, sentir ese cosquilleo,
tras darme de cabezazos contra todo eso que temo.
Trafico con sensaciones que no puedo describir
y pinto de mil colores las nubes de este cielo gris,
acumulé decepciones, me las vi y me las sufrí
por un soplo de aire puro pero no me arrepentí.
Ahí afuera está tan crudo que da pereza salir
y enfrentarme contra un mundo de impresiones por cumplir,
mi aliado es el absurdo, no espero a verlas venir,
la fruta del árbol fecundo de estiércol se ha de nutrir.
Y entre tanto mamoneo y devaneo con lo estéril,
encumbran lo chabacano e idolatran al imbécil,
lo frívolo es ley de mercado y no es cuestión de ser más hábil,
aunque creas que me equivoco
no escogí el camino fácil.


sábado, 25 de julio de 2015

Out

Los dedos arrugados
de naufragar en lágrimas,
temores enquistados,
el peso de las ánimas.
Deseo encarcelado
tras rejas invisibles,
instinto cercenado
por reglas inservibles.
Y soy servidor, no sirviente,
mas esclavo de mí mismo,
lo cortés y lo valiente
reflejando un espejismo.
Quizás consecuencia inherente,
escapo de lo corriente,

no pienso esperar nada más.

Ignominia

  Con la miel en los labios,
conservo las heridas en frascos de vinagre,
y, créeme, no es agradable,
ni que te tomen por tonto,
ni que te sientas un sabio.
Me hundo y no toco fondo,
cautivo en el mar de la duda,
a las conclusiones sesudas
con el silencio respondo.
Ni espero, ni quiero que esperen
a que caigamos de la burra,
somos todo eso que temen,
por eso encarcelan y zurran.
Los cobardes, erigidos
en defensores del orden,
los rebeldes, sometidos
a depurar sus pecados.
Tras discursos encendidos
sus miserias no se esconden,
pues se creen los elegidos,
el resto somos esclavos.
Taparnos la boca a multas,
hacernos pasarlas putas,
prohibir actos y conductas
para “preservar la paz”.
Tu dolor es necesario
y justifica su salario,
prepara un buen talonario
si quieres hacerles temblar.
Pues esa justicia tan ciega
tiene olfato pa las pelas
y tacto con quien maneja

los hilos de la autoridad.

Como el Tone

 No todo lo simple es fácil,
no todo lo sensible es frágil,
tendencia a transitar por el sendero enrevesado,
me cuesta respirar, voy malviviendo de prestado.
Atento,
con tres ojos en la espalda como el Tone por si acaso,
No pliego,
exhalo bocanadas de ilusión a cada calo.
Y cuanto más me pisan y más duele,
más rabia que acumulo y más me puede
el querer dinamitar toda esta mierda con palabras,
paso de tu alquitrán, pues soy y estoy como una cabra.
No disimulo,
ni me camuflo tras una apariencia de tipo duro,
no me vengas con fanfarrias, ya te pueden dar por culo,


con tus putas suspicacias no harás que me sienta inseguro.

Agobio

 Las tripas suenan
pero la boca no tiene hambre,
no quiere tragar polvo,
ni escupir saliva y sangre.
La conciencia en el desguace,
la moral para el arrastre,
la voluntad empeñada
en no evitar el desastre.
Si espero más, desespero,
si lo grito es pa callarme,
prefiero un gesto sincero
a mil parrafadas en balde.
El hastío en mi mirada
simplemente ha de bastarte
para entender sin palabras
que esto puede superarme.
Y si no rebosa el vaso
y los besos ya no saben,
al corazón haré caso,
la cabeza pa guiarme.


martes, 30 de junio de 2015

Delirio nº1

Siento envidia de la guitarra que abrazas,
de las cuerdas que rasgas con soltura
de emociones desgarradas.
Siento envidia de las palabras que pronuncias
y que acarician tus labios empapadas de tu aroma y tu saliva.
Siento envidia de las marcas de los años en tu frente
pues te acompañarán para siempre
y te harán cada vez más bella.
Siento envidia de esa estrella
que me sonríe burlona
sabiendo que no podré alcanzarla
y regalártela como signo de mi amor.
Y la fe no me abandona
cuando espero agua de mayo en tu sonrisa,
no concibo tener prisa
cuando tú estás a mi lado.
Y si estoy equivocado
o voy a estarlo hasta las cejas,
me da igual si no te alejas
y me guardas un huequito en tu memoria.


La dieta de los disgustos

 Lagrimones por el filo de la cara,
dibujan surcos de impotencia desgarrada,
renegrones van dejando sobre la piel horadada
las señales imborrables de esta puta suerte insana.
Soy tu apoyo y me rechazas,
cada vez te veo más lejos y ya no sé lo que hacer,
es la culpa que atenaza
sentimientos encontrados imposibles de vencer.
Intento evadirme y disparo
sobre mi propio cadáver las palabras más hirientes,
no hay clemencia, ni reparo,
soy duro conmigo mismo, me niego a ser indolente.
Me atrinchero tras las sombras y me armo de paciencia,
para intentar comprender el porqué de esta encerrona,
ya no oculto mis desgracias, prefiero luz de evidencias,

aunque duela, ser sincero, curtirme como persona.

Rendición

Me entrego a ti sin oponer resistencia,
como el último salvaje en una selva devastada,
te doy mis ojos, mi sudor y mi consciencia,
a sabiendas de que no voy a obtener a cambio nada.
Esbozo un verso para ver cómo se pudre en el olvido,
trazo los planos de mi huida en trozos de papel mojado,
cuento los pasos con los dedos y me pierdo, pero sigo
calculando cómo hacer pa no llegar a ningún lado.
Las puertas que me han cerrado en las narices
las hostias que he chupao por no seguir las directrices
no son nada comparado con la angustia y la desgana que produce
encontrar cientos de sombras donde todos ven las luces
de un futuro más humano cuando llegue ese mañana
donde todos son felices y no mueren y no sufren”.
Mientras tanto,
exprimiré el último aliento,
le daré mi agua al sediento,
viviré a corazonadas.
Cambiaré caras de espanto,
de tortura y de tormento
por noches de cielo abierto
al calor de tu mirada.

May Day

 Llevaba la mirada ausente,
la cara, de haber visto un muerto,
las manos, los dedos, inertes,
apéndices de lo que era un cuerpo.
Vio sangre, escuchó llantos a su espalda,
se tapó los oídos pero le fue imposible
acallar el estruendo de la infamia,
creerse que las guerras son un mal inamovible.
Las ratas se multiplican cuando aflora la basura,
las órdenes derriban vidas cual piezas de dominó,
las armas no pacifican, no curan, ni sirven de ayuda

si no hay techo, ni comida, ni tampoco educación.

jueves, 21 de mayo de 2015

No gano pa dentistas

 Se me saltan los empastes de la rabia
cada vez que aprieto los dientes
y contemplo cómo los que tanto hablan,
ni escuchan, ni saben, ni tampoco entienden.
Y se venden y te venden por un saco de monedas,
y te mienten y te mientes pensando en el mal menor,
se desdicen y no temen ni siquiera que te creas
una idea inconsecuente a la que llaman solución.
Traficando con las vidas de la gente
y viviendo a todo trapo yo también soy el mejor,
sobornando a los prebostes y robando impunemente,
cualquiera se hace carrera, sin esfuerzo, ni sudor.
Sinvergüenzas se camuflan para ver si algo les cae,
caraduras desalmados se aferran a su poder,
es difícil aclararse en los manejos que se traen,
pues todos quieren su parte, forrarse y caer de pie.
Y los muertos resucitan y les votan,
y les pillan con las manos en la masa y ni se inmutan,
se lo dices a la cara y les rebota,
te recetan su mordaza de calabozos y multas.
Escucharás mil y un veces esa voz que te dirá:
“es mejor no rebelarse y aceptar lo que vendrá”
si tienes dos dedos de frente y respiras, lo sabrás:

claudicar es condenarse a mendigar tu dignidad.

K.O. por puntos

Más allá de lo evidente,
superior a toda lógica,
el criterio, disidente,
la derrota es anecdótica.
Las circunstancias y el sino
se salvan juntos o mueren,
si no aprecias lo que tienes
resígnate a ser un cretino.
“¡Muera el pan y viva el vino!”
el veneno más potente
corre por tus intestinos.
Y no hay cuerpo que sustente
más golpes dados a ciegas,
en esta estúpida refriega
en la que estamos metidos.
Cabizbajos, doloridos,
si blanca, ni ocupación,
señalados, sometidos,
acostumbrados a olernos
ya de lejos la traición.
Los eternos castigados
a la esquina o al rincón,
los que llevamos los palos
porque “somos lo peor”.
Los que llenamos las celdas,
los juzgaos y calabozos,
los revoltosos que acaban
en las fosas y en los pozos.
Los locos demasiado cuerdos
como pa tomarse esto en serio,
los que suplen las carencias

con pasión y con ingenio.

Annus Horribilis

 Mantener la mente ocupada
en una idea que no sea
esta obsesión endiablada.
Dejar de sentirme morir a cada minuto,
a cada bocanada
de este aire viciado
por un deseo incorrupto.
Vomitar hasta la bilis,
saltarme este annus horríbilis,
cansarme de estar cansado...
aterido y abrumado
por esta absurda soledad.
La vida no tiene piedad,
los problemas superados
se revuelven pa decirme
que no hay cómo resarcirme
de un temor tan colosal.
Retando a la gravedad
que me aplasta contra el suelo,
me convertí en un señuelo
de un sueño por alcanzar.
Ya apenas puedo volar
más que en un delirio insano,
entre onírico y mundano,

pero siempre acaba mal.

Tormenta

  Cuento los segundos que separan
el relámpago del trueno,
espero una tormenta, una descarga,
que libere la tensión que llevo dentro.
El agua forma un río en las aceras,
encharca los portales de las casas,
empapa a esta cabeza de madera,
pregunta descarada: “¿qué te pasa?”
Las gotas se suicidan con violencia,
rebotan en los coches aparcados,
murmuran: “¿qué más quiere su excelencia?”
hacer como vosotras y partirme en mil pedazos.
Los rayos iluminan las miradas
de gatos callejeros asustados,
maúllo yo también de madrugada,
me siento igual de sucio y de mojado.
Reviento las paredes con palabras,
mi alma en otro verso desnortado,
cordura, me has dejado en la estacada,

sufrir esta tortura me mantiene concentrado.

Rohypnol

 No podrán decir que no lo he intentado,
pero me sienta como una patada en los huevos,
luchar en esta guerra solitario y desarmado,
sabiendo que al morir venderán hasta mis huesos.
Lo menos importante aquí es salir ileso
de este juego de cobardes que nos tiene maniatados,
esperando otra avenida de codicia y de progreso,
mientras lo primordial se nos escapa de las manos.
¿Y crees tenerlo todo controlado?
¿De veras crees que siempre va a salir todo rodado?
Escucha cómo grita la locura,
la droga no es la cura pero calma al desgraciado.

martes, 28 de abril de 2015

Naufragio

 Navego en mitad del mar abierto
buscando avistar tierra firme,
las olas intentan hundirme,
voy solo y he de estar despierto.
El rumbo lo dictan los vientos,
sin importar la demora,
silbando me paso las horas
mi ahora es todo lo que tengo.
En este barco salvado
de un más que posible desguace
no hay motores que reemplacen
a unos músculos cansados.
Las velas, hechas jirones,
apenas sirven de ayuda
más que para aves picudas
que se acercan por montones.
Y encuentro otra vía de agua,
pero no con qué taparla,
y, sin querer, vuelvo a liarla
y me olvido del timón.
En circunstancias tan arduas
haría falta un salvavidas,
pero entre tantas movidas
al partir se me olvidó.
Y ya con el agua hasta el cuello,
apenas reparo en ello,
seré comida de peces,
con suerte, de algún tiburón.
Y no pienso: “se acabó”,
ni “hasta nunca”, ni “hasta luego”,
ni desisto, ni me entrego...
y mi bombilla se fundió.
Me despierto al día siguiente
a merced de la marea
con un frío que no veas
en un puto islote inerte.
Los árboles fosilizados,
la playa, de calaveras
y serpientes y morenas
si atiborran de pescado.
Y yo, incómodo invitado,
evito meterme en problemas,
ahora mi mayor dilema
es volver a casa a nado.

domingo, 26 de abril de 2015

Síndrome de Estocolmo

Te regalo lo más íntimo de mí,
a ver si sabes tú qué hacer con ello,
lo he sudado gota a gota y, aún así,
mis sentidos se engarrotan
y me quedo sin resuello.
Sobre mi cuello una bota
aterradora e invisible,
no espera a que tome nota
y calcule este imposible.
Las caricias de una soga
que me aprieta hasta agotarme,
me resultan más gozosas
que haber intentado amarte.
Y este amargo sinsabor
se me enreda en las entrañas,
y vuelven, como alimañas,
las ganas de no ser amable.
De encerrarme y encerrarte
en otro tiempo mejor,
sin ser víctima o raptor
de este juego delirante.
Fugarnos a ninguna parte,
esfumarnos tras la espuma
de las olas de una playa
y que se jodan
los que intenten alejarme
por sólo un minuto de ti...
otro sueño de infeliz,
otro anhelo inalcanzable,
soy preso de este latir,
da igual si no soy culpable.


Taciturno

 Me cuesta dejar de pensar
cuando no quiero ni ser,
siniestro se hace recordar
aquello que no va a volver.
¿Espero o vuelvo a caminar?
¿Aguanto o me vuelvo a perder?
Si empieza, tiene un final,
si jode es que no está bien.
Perturba tratar de horadar
de nuevo bajo la piel
tan profundo y extirpar
lo que plasmo en un papel.
Me quema esta sensación
y no te lo quiero decir,
me frustra estar de bajón,
me enerva verte partir...
pero el que parto soy yo
sin saber a dónde ir,
a lomos de otra canción,
tratando de sobrevivir.


Virulento

  No puedo despegarme de esta angustia,
ni espero que se esfume de repente,
un cementerio, una tumba, un ramo de flores mustias,
sentirse como turba, vulgar, sucia y decadente.
Me cuesta quedarme dormido
cuando sé que tú no duermes,
mas no cambio lo vivido por otra vida normal,
si callo no es porque olvido,
si sonrío es porque duele,
si duele, tengo motivos
para no echarme a llorar.
Mas lloro y no te lo digo,
mas lloro y no me doy cuenta
que las lágrimas alientan
y lubrican este mal.
Esta rabia contenida,
estas ganas virulentas
de encontrar una salida

sin temer a nada más.

Vía Crucis

A falta de ausencias...
Un mundo en unos puntos suspensivos,
paranoias de aprensivo,
cambio excesos por carencias.
Escapo y no tengo motivos,
ni razones, ni creencias
para entender por qué vivo.
Por qué escribo lo que escribo,
por qué me abandono al olvido,
por qué extraño tu presencia,
por qué pierdo los estribos.
¿Dónde está el tiempo perdido?
¿de qué sirve la experiencia?
Devenir repetitivo
siembra dudas e indolencia.
Un estímulo prohibido
enquistado en mi consciencia,
mi fe cierra por derribo,
no admite condescendencia.



martes, 31 de marzo de 2015

Vertiginoso

  Lucero del alba,
zozobra de nubes negras
bajo el murmullo del viento.
La noche cerrada,
olor a tierra mojada
me sirve de incienso.
Penetra bajo la piel
como esta endiablada humedad,
este dolor, siempre fiel,
que nunca podré aplacar.
Me prendo fuego quemando etapas,
divago hasta cansarme de pensar,
si me confío meto la pata,
y si desconfío no hay dios
que pueda librarme de este puto malestar.
Prefiero no molestar...
seguir caminando a hurtadillas
por pequeños bellos parajes de mi memoria,
en lugar de comprobar si ya estoy muerto...
pero eso es otra historia.


Soliloquio

  ¿Dónde quedaron las ganas,
cuando no hay razón que sustente el esfuerzo?
¿Quién te ha cortado las alas
para no tener el valor de solucionar el entuerto?
Libros cubiertos de polvo,
oníricos paisajes cubiertos por matorral,
ríos de mercurio y plomo
riegan de desesperanza
el trecho del monte hasta el mar.
Sufrir a la antigua usanza
la frívola modernidad,
morder otra vez la manzana
callar y dejarse llevar.
No hay sitio para la añoranza
si no hay ganas de añorar,
mi propio equilibrio descansa
en presente del verbo amar.
Amo y no espero respuesta,
no sé si está bien o está mal,
mas amo siempre a tumba abierta,
sin importar si hay final.
Cansarme al subir por la cuesta
o descalabrarme al bajar,
las dos opciones, funestas,
la fiesta ha de continuar.


Interiorismos

 He llenado cuadernos de lágrimas,
he aparcado sentimientos en lo más hondo de mí,
me he enfrascado en esta lucha y no puedo pasar página,
transité por los infiernos de las almas al morir.
He visto sueños quemados bajo losas relucientes,
me estremecí bajo un manto de silencio aterrador,
clases para desclasados, cementerios de valientes,
complacencia maloliente en palabras del traidor.
Tú compites, yo comparto
y no lo entiendes,
me tomas por un tonto por no esperar nada a cambio,
dime tú, que eres tan sabio, lo que me hace diferente,
si respiro el mismo aire y escribo en el mismo papel.
Mi paciencia peina canas,
pero sigue habiendo ganas
de enfrentarme otro mañana con la sonrisa de ayer,
de consumirme pensando en estirar las madrugadas,
de dormirme recordando lo que no volveré a ser.


Bai de feis

  Creer que todos quieren unirse a tu gran revolución
y encontrarte con pobre gente
que no quiere perder lo poco que tiene...

Mil y un problemas alientas y los llamas solución,
incapaz de distinguir entre la bala y la palabra,
medrar, cueste lo que cueste, en alguna institución,
decir que eres como yo y después dar la puñalada.
No puedo ver en ti más que a un traidor,
por mucho que te enredes en argumentos manidos,
vendiéndote como un infiltrado en su sistema opresor,
compartiendo mesa y plato con mangantes y asesinos.
Ya sé que no estaré nunca en el bando ganador,
si ganar implica ser un hijoputa malnacido,
intentaré mantener la cordura y el valor,
todo aquello que no sume se quedará en el camino.
Percepciones tan nefastas que da risa plantearse
como algo más que una farsa para alcanzar el poder,
delirios de mentes pacatas, mentecatos con sus trajes
escondiendo podredumbres bajo el manto de la ley.
Elixires y brebajes nos traen por fórmulas mágicas,
política y retórica no es dialogar, ni entender,
negar hasta lo evidente, creerte una historia fantástica,


esperar que el presidente te dé un curro bai de feis.

viernes, 27 de febrero de 2015

Panóptico

 Tropiezo tras tropiezo,
desgracias cotidianas,
arenas movedizas,
eterna encrucijada.
Monzón, levante o cierzo,
rocío en la mañana,
las nubes, quebradizas,
traen niebla envenenada.
Secaron las raíces
del árbol donde nacimos
y embobados contemplamos
sus hojas languidecer.
No escuchamos, ni entendimos,
sólo oímos y asentimos,
nos perdimos en matices
y nos han vuelto a joder.
Quemaron las últimas naves
por otro sueño caduco
“trinca todo lo que puedas
y después echa a correr”.
Nos encerraron sin llaves
en esta cárcel sin muros
donde sólo hay dos condenas:

ordenar u obedecer.

Silencios cómplices

No tengo ganas de fingir que me da igual,
ni paciencia para empezar otra vez de cero,
el pesimista, el egoísta, el soñador y el marginal,
se ahostian diariamente en un lugar de mi cerebro.
Me preguntan...
pero no pienso casarme
con otra teoría inconclusa
que sólo pretende amansarme.
Individualismo alarmante,
todo el mundo es soberano y puede hablar
sin tener ni puta idea.
Juzgar es más sencillo que entender
y los silencios cómplices
se convierten en lugares comunes...
aunque tú no te lo creas.
¿Cómo sentirme inmune
ante toda esta vorágine
que nos lleva cual marea?
¿Cómo no cambiar ni un ápice
y no encontrarte desplazado en la pelea?
Quizá pregunto demasiado,
quizás de otro modo lo veas....
me lleno de esfuerzos en vano,
me encanta bailar con la fea.


Todos contra todos

  Escucha lo que dictan tus instintos
y déjate llevar por la emoción,
agárrate a la grupa de este ritmo
y olvídate de normas,
lo que prima es la intención.
Aléjate de aquello que te estorba,
comprende que no puede ir a peor,
no hay luz si no proyecta sombra,
no hay miedo que no implique
conocer qué es el valor.
Te pueden engañar con su palique,
hacer crecer tu ego
pa poder comprar tu voz,
decirte: “abre esa puerta”
donde sólo hay un tabique
de ladrillos y cemento
iguales que tú y que yo.
¿Hasta cuándo aguantaremos esta mierda?
¿Viviremos para ver si el mundo marcha mejor?
¿Merece la pena esperar algo bueno de una guerra

donde el todos contra todos es causa y justificación?

Ignoto

Ladran, luego cabalgamos
y, si nos toman por locos,
mejor pa nosotros,
duelen, no se hacen livianos
los sentimientos ignotos
que nos hacen desertar.
Compartir el mismo aire
que quien no quiere que existas,
convivir con el delirio de vivir en libertad,
intentar ser algo más que un número en una lista
en un laberinto de espejos al que llaman sociedad.
“El trabajo os hará libres” de todo lo que no sea
currar como perros hambrientos por un mendrugo de pan,
desconectar algún finde, acceder a una vivienda
y pagarte una caja de muerto cuando llegue tu final.
Dejamos pasar el tiempo como vacas mirando al tren,
nos quemamos por salir de esta asquerosa rutina,
un refugio en nuestro ego nos hace fingir que está bien
nuestras neuronas segregan complacencia y dopamina.
La madurez discrimina
esa cándida inocencia que nunca va a regresar,
más peso para una conciencia
acomodada y anodina,
caída libre en la evidencia


de los días por quemar.