Anoche algo de mí se perdió y todavía no sé por qué
la confusión reina hoy, de resaca vespertina,
perdí el pudor, la cartera, mis problemas olvidé,
tan sólo por un instante cual subidón de heroína.
No recuerdo ni tu nombre pero sé que te besé
entre muchedumbre y alcohol te ví desaparecer,
cosas que nunca han pasado, cosas que nunca conté,
se mezclaron con el humo y todas me las fumé.
El sol me volvió a cegar cuando se hizo de día,
me encontró tirao durmiendo en unas sucias escaleras,
restos de fiesta inexactos, borrachos y policías,
el suelo parece lejano, agonía placentera.
Vuelta otra vez a lo mismo, trabajo, casa y café,
a las siete de la mañana despierto para ir a currar,
fuera desinhibiciones, tendrás que cumplir tu deber,
las vacías ambiciones te esperan si quieres cobrar.
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