domingo, 27 de julio de 2014

Expiación

No me hables de igualdad si consideras
que existen clases más bajas que la tuya,
no me hables de moral si te reiteras
ninguneando los errores de aquellos que piensan como tú.
 Dices paz y buscas bulla,
ves rojo y vistes de azul,
no hay doctrina que construya
algo que valga la pena
si no hay libertad, ni luz.
 ¿Sabemos cuál es el problema
de tanto mirar a los otros?
Quizás el quid del dilema
es que el mal somos nosotros.
 Consumimos y callamos,
si no llega la desgracia
no nos solidarizamos.
Ahogándonos en abundancia
nos creemos inmortales,
mas no hemos dejado de ser más que vulgares animales.
 Hay personas ilegales
por nacer en otro sitio,
en cambio, el robo y el vicio
se consideran normales.
 Hay cretinos integrales
buscando sumarte a su causa
hasta auparse en los altares
de otra letanía falsa.

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