Busco la oscuridad
como un adicto impaciente
empapado en sudor.
No hay cuentas que saldar,
me encontrarás sonriente
entre humo y alcohol.
Sin puertas de emergencia
por las que poder salir,
algún día tendremos que morir.
El tedio, la ausencia
la inercia de existir,
no me digas que no te ha pasado a ti.
Llega el delirio y me atormenta,
el equilibrio se esfumó,
la sobredosis me golpea
se me envenena el corazón.
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