miércoles, 29 de octubre de 2014

La mordaza

 Revienta los resortes
del sistema que te oprime
da igual cómo te comportes,
hasta pensar es un crimen.
Se pueden llevar los millones
y luego en tu cara reírse,
mandar a los de uniforme
es más sencillo que oírte.
 Las cárceles siguen llenas
de pobres y de desgraciados,
¿el por qué de sus condenas?
no tener pa un abogado.
 La calle bulle en problemas,
los despachos son sagrados,
silencio es la estratagema
que sostiene este tinglado.
 La censura permanente
que nos tiene sometidos
se infiltra muy sutilmente
por métodos ya conocidos.
 Omitiendo lo importante,
desviando la atención
hacia un hecho irrelevante,
desactivando la acción.
 Puedes golpear las paredes,
puedes tener tu opinión,
que la tele y los papeles
les rendirán sumisión
al corrupto, al ignorante,
al poderoso y al traidor,
no se debe hacer desplantes
a quien ostenta el control.

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