No me pilla de nuevas…
pero eso no significa que no duela.
Que no siga jodiendo este runrún
que se revuelve en mis adentros.
Que no siga pensando en ti
con una mezcla de rabia y de pena.
Tengo el alma negra, pero la vista clara
y el pulso firme para no dejarte en la estacada.
Tengo mil problemas, pero ancha la espalda,
pa soportar todas las hostias que me vengan
aunque sean inesperadas.
Pero sigo siendo rehén
de lo que bulle en mis entrañas,
mi mal puede ser tu bien,
yo carroña, tú alimaña.
¡Qué poéticas son las ruinas
cuando no son las de mi propia casa!
¡Qué aburridos son los planos
de lo que no se construyó!
Me asfixia, me contamina,
me devora y me devasta
cuando se me viene encima,
pero no aplasta mi voz.
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