Caer al vacío en
cualquier instante,
como si el suelo
desapareciese de repente.
Cortar de cuajo lo
vinculante
a estar atado a ser
coherente.
Suprimo el verbo de
aquí en adelante,
juego de críos
fugaz y frecuente,
el mayor adjetivo
del disparate
Y el menor de los
vicios, siempre presentes.
Palmadita en la
espalda,
patada en el culo,
vómito en la cara,
en palabras amables.
Muchas buenas formas
pocas buenas obras
falsas apariencias,
la flauta y el
burro.
El hábito insano
e irrecuperable
corazón de Venus,
cabeza de Marte.
Una voz maldita
como la experiencia,
una flor marchita,
inminente vejez,
ante a los valientes
una reverencia
y fuerzas de
flaqueza
frente a la escasez.
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