El abrazo de una madre,
las caricias de una amante,
olvidar lo que es la muerte,
las ganas que tengo de verte
y no tener que recordarte
como algo difuso y lejano
por más esfuerzos en vano
que invierta es irrelevante…
pues no puedo desterrar
la tristeza en mi mirada,
ni dejar de capturar
sentimientos con palabras.
Estrés, depresión, ansiedad
son tres musas desalmadas
que aniquilan madrugadas
y minan la voluntad.
De nada sirve esperar
a que regrese esa calma
que como un manto arropaba
mi ingenua fragilidad.
La acción está asegurada,
todo es posible si hay ganas,
las idas y las venidas
son batallas que librar.
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