Revés tras revés se aprende,
cayéndose y mordiendo el polvo cada dos por tres,
ahondando en la herida el tedio revuelve
las tripas podridas de tanto café.
Tantas palabras desperdiciadas
en boca de quien nunca ha querido escuchar,
la verdad vacía, las cartas marcadas,
apostando siempre por quien va a ganar.
En un rincón apartado la inocencia moría
en manos de la mentira de mirada esteril,
a un vaso abrazado las penas dormía,
tal vez esa simpatía constante por el débil.
Sentirás la sed y ya nada será más importante
que colmar tus ansias de sentirte vivo
en la voz de otros un grito cortante
te hace darte cuenta de que sigues cautivo...
http://www.youtube.com/watch?v=gkfj7p338q8
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