viernes, 30 de diciembre de 2011

Introspección VI

Los muertos no resucitan,
sin embargo permanecen en el recuerdo,
son sentimientos latentes que parece que dormitan,
son retazos de vivencias, de buenos y malos momentos.
Con la nostalgia a flor de piel
y con la esperanza en un puño,
cardenales y rasguños
como la tinta al papel.
Sigo fiel a lo que siento
aunque a veces los remordimientos me nublen
y me hagan perder el aliento.
Si corren tiempos inciertos
ya andaremos tempestades,
sin pausa y a paso lento,
como efímeros mortales.
Contemplo lápidas de seres queridos
en la soledad de un cementerio,
ellos detrás de un nicho,
yo vivo en mi cautiverio.
No encierra ningún misterio,
nacemos para morir,
pero lo que cuenta aquí
es el bien que hayamos hecho.

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