viernes, 14 de septiembre de 2012

Control rutinario

Señor agente,
haga su trabajo y luego déjeme seguir,
si ve algún inconveniente
o algo en mi conducta extraño,
ya tendrá usted alicientes
pa ponerme los grilletes
y mandarme al cuartón a dormir.
"¿Porta en sus bolsillos algún arma?"
"¿Lleva usted algún tipo de droga?"
Navajas llamadas palabras,
diez mil letras desquiciadas
sin cortes, recién cagadas,
que sólo al leerlas colocan.
Sé que nunca se equivocan,
que están aquí para servir y proteger,
que si les mandan dar palos
repartirán bien de estopa,
que sus jefes son los malos
y tienen que obedecer.
No me van a convencer
sus débiles argumentos,
se ganan bien su sustento
a base de someter.
De reprimir al más débil,
de tapar su propia mierda,
cuando hay sangre, nunca llegan,
se estaban tomando un café.
La autoridad estéril
a esta miseria nos lleva,
impunidad, cárceles llenas,
represores con carné.


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