Ahuyenta los temores,
despeja las dudas enquistadas en la mente,
alimenta mis dolores
a disgustos ya vividos, decepciones permanentes.
Cuatro paredes.
Cuatro rejas que separan un cuerpo de un deseo
asfixiado y recurrente.
Distante, pero no ausente,
las batallas que peleo
a solas contra mis demonios
me hacen ver que hay pocas cosas
realmente trascendentes.
Vivo todo lo que pueda
por si me alcanza la muerte,
da igual si tú no me esperas,
te tendré siempre presente.
Este tedio transitorio,
estas ganas de quererte...
¿sentimientos ilusorios?
como todos, no lo niegues.
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