Envueltos en una atmósfera alienante
de impactos sonoros y visuales,
relaciones virtuales, actitudes aberrantes,
interactividad al servicio de artimañas comerciales.
No eres más que un puto número en su maraña de datos,
engordas sus ingresos con un click de ratón,
esto no es la panacea, es una trampa para incautos,
cada vez más complicado se hace evitar su control.
Lo inmediato es lo que manda,
las noticias se fabrican para desviar la atención,
la máquina no descansa
las voces se multiplican
y todo es ruido de fondo
tratado como información.
Teléfonos inteligentes
para analfabetos funcionales,
el gran logro de la era de la tecnología,
más borregos complacientes
sin conciencia, ni ideales,
convertidos en productos
de esta nueva tiranía.
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