Si sólo fuesen provocaciones...
Si se quedasen en un gesto o en una palabra
no les daría tanta importancia.
Resignarse ante su arrogancia
nunca fue la solución,
aislarse o poner distancia,
semillas de la frustración.
Despojar a familias de sus casas,
estafar a los ancianos y dejarles sin ahorros,
darte una patada en el culo, aún obteniendo beneficios,
freírte a multas y a tasas
y hacerte sentir un estorbo.
¿Acaso eso no es violencia?
¿La justicia es para todos?
¿entonces por qué su excelencia
se pasa su ley por el forro?
Embiste como los toros,
más bilis por ese orificio
privilegios vitalicios
que estamos pagando todos.
Da igual lo que ladren los ricos,
no estás sola, no estás solo,
nuestro amor es más prolífico
que sus artes y sus modos.
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