como un animal salvaje,
mutilas la abstracción
que me aferra al pensamiento,
apenas llevo equipaje,
me pesa, me hace pequeño,
eres como una adicción,
me vas consumiendo por dentro.
Te veo desnuda y naufrago
en un lodazal de dudas,
esta voluntad tozuda
me sigue causando problemas.
¿Con quién aliviar mis penas?
¿con quién compartir la luna?
sólo quedan los estragos,
en forma de rimas crudas.
La culpa mece mi cama
cuando me azotas con tu indiferencia,
quiero sentir tu presencia
y me ahogo abrazando mi almohada.
Clamores que no se silencian
tras volver a las andadas,
me dejo llevar por la inercia,
huérfano de una mirada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario