viernes, 30 de mayo de 2014

Autodestrucción

 Quemé mis últimas naves,
tiré mi salud por la borda
y lo único que conseguí
fue no ser por unas horas.
 Los esfuerzos dan en balde,
contra una cruz de deshonra,
la necia actitud del cobarde
mata el don de la persona.
Sí...
Puedes equivocarte y darte cuenta de tu error,
pero de nada sirve si no pones de tu parte
e intentas enmendar la situación.
 No te salva ni tu padre,
ni tu abuela, ni tu amor,
si no sabes enfrentarte
a tus problemas con valor.
 Si vas sembrando desidia
recogerás insatisfacción,
esta guerra no se libra
ni se emite por televisión.
 Es una disputa interna
entre cerebro y corazón,
el anhelo es la condena
de quien vive con pasión.

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