Intento llegar hasta ti,
me cuesta sangre y sudor,
mi penitencia elegí,
sacrificando el control.
Tras llenar mis pies de llagas
desafiando el dolor,
me vi donde no queda nada
y me llené de desazón.
Delirio onírico.
Intento abrazarte y te desvaneces,
como un fantasma del recuerdo más amargo.
Me siento espídico
y te me apareces
en el momento oportuno
pa reventar mis altares.
Y todos aquellos lugares
donde nos compartimos
me dicen tu nombre a voces
impidiéndome pensar.
No puedo ni quiero esperar,
pero espero, sin embargo,
me refugio en mi letargo,
hay problemas pa exportar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario