desgarro mi garganta hasta sangrar,
el límite es aquello que conoces
y, por miedo o cobardía,
no te atreves a afrontar.
Quizá sea otra estancia vacía,
de vivencias por contar,
quizá orgullo u osadía
u otras cuentas que ajustar...
Estorban sentimientos encontrados,
lo frágil sobrevive sin motivo,
perturban los demonios enjaulados
se niegan a ser pasto del olvido.
Solapan nuestros gritos con su ruido,
anclados a raíces mentirosas,
temores nos mantienen ateridos,
quien teme sigue vivo
y quien no teme va a la fosa...
Y allí, donde los muertos permanecen
dormitan las acciones reprimidas
cual sueño, al despertar se desvanecen
los restos de promesas no cumplidas.
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