martes, 31 de marzo de 2015

Vertiginoso

  Lucero del alba,
zozobra de nubes negras
bajo el murmullo del viento.
La noche cerrada,
olor a tierra mojada
me sirve de incienso.
Penetra bajo la piel
como esta endiablada humedad,
este dolor, siempre fiel,
que nunca podré aplacar.
Me prendo fuego quemando etapas,
divago hasta cansarme de pensar,
si me confío meto la pata,
y si desconfío no hay dios
que pueda librarme de este puto malestar.
Prefiero no molestar...
seguir caminando a hurtadillas
por pequeños bellos parajes de mi memoria,
en lugar de comprobar si ya estoy muerto...
pero eso es otra historia.


Soliloquio

  ¿Dónde quedaron las ganas,
cuando no hay razón que sustente el esfuerzo?
¿Quién te ha cortado las alas
para no tener el valor de solucionar el entuerto?
Libros cubiertos de polvo,
oníricos paisajes cubiertos por matorral,
ríos de mercurio y plomo
riegan de desesperanza
el trecho del monte hasta el mar.
Sufrir a la antigua usanza
la frívola modernidad,
morder otra vez la manzana
callar y dejarse llevar.
No hay sitio para la añoranza
si no hay ganas de añorar,
mi propio equilibrio descansa
en presente del verbo amar.
Amo y no espero respuesta,
no sé si está bien o está mal,
mas amo siempre a tumba abierta,
sin importar si hay final.
Cansarme al subir por la cuesta
o descalabrarme al bajar,
las dos opciones, funestas,
la fiesta ha de continuar.


Interiorismos

 He llenado cuadernos de lágrimas,
he aparcado sentimientos en lo más hondo de mí,
me he enfrascado en esta lucha y no puedo pasar página,
transité por los infiernos de las almas al morir.
He visto sueños quemados bajo losas relucientes,
me estremecí bajo un manto de silencio aterrador,
clases para desclasados, cementerios de valientes,
complacencia maloliente en palabras del traidor.
Tú compites, yo comparto
y no lo entiendes,
me tomas por un tonto por no esperar nada a cambio,
dime tú, que eres tan sabio, lo que me hace diferente,
si respiro el mismo aire y escribo en el mismo papel.
Mi paciencia peina canas,
pero sigue habiendo ganas
de enfrentarme otro mañana con la sonrisa de ayer,
de consumirme pensando en estirar las madrugadas,
de dormirme recordando lo que no volveré a ser.


Bai de feis

  Creer que todos quieren unirse a tu gran revolución
y encontrarte con pobre gente
que no quiere perder lo poco que tiene...

Mil y un problemas alientas y los llamas solución,
incapaz de distinguir entre la bala y la palabra,
medrar, cueste lo que cueste, en alguna institución,
decir que eres como yo y después dar la puñalada.
No puedo ver en ti más que a un traidor,
por mucho que te enredes en argumentos manidos,
vendiéndote como un infiltrado en su sistema opresor,
compartiendo mesa y plato con mangantes y asesinos.
Ya sé que no estaré nunca en el bando ganador,
si ganar implica ser un hijoputa malnacido,
intentaré mantener la cordura y el valor,
todo aquello que no sume se quedará en el camino.
Percepciones tan nefastas que da risa plantearse
como algo más que una farsa para alcanzar el poder,
delirios de mentes pacatas, mentecatos con sus trajes
escondiendo podredumbres bajo el manto de la ley.
Elixires y brebajes nos traen por fórmulas mágicas,
política y retórica no es dialogar, ni entender,
negar hasta lo evidente, creerte una historia fantástica,


esperar que el presidente te dé un curro bai de feis.