viernes, 30 de marzo de 2018

Duelo a muerte entre cabeza y corazón


 El ostracismo es mi reducto,
fugitivo en mi propia tierra,
continuamente en guerra,
esperando un fin abrupto.
Mi piel es salvoconducto
de heridas con sal abiertas,
de miedo y estancias desiertas
donde me muestro incorrupto.
Otra pieza en este absurdo
forma un pozo de tristeza,
un lugar entre maleza,
zanahoria, palo y burro.
A la imaginación recurro
para disipar mi torpeza,
corazón frente a cabeza
acaba en combate nulo.

Viento Sur


Ausencias que ayer fueron caricias,
anhelos de un deseo desnortado,
desdichas colecciona quien codicia
salir sin un rasguño de este paso.
Cualquier razón que impere siempre es nimia
frente a un reloj que cuenta los estragos
de un tiempo donde el tedio y la malicia
se han convertido en actos cotidianos.
Abarca la estrechez de quien la mira
se afana en retorcer lo recordado,
la realidad ardiendo en una pira,
las llamas queman bosque y forman pasto.

Este maldito país... sigue siendo una gran pocilga


Retuercen sus mentiras como les viene en gana,
comercian con los miedos y hablan de honestidad,
por tres horas durmiendo, tres mil euros de paga,
liguemos sus salarios a su productividad.
Si la cara es más dura, más larga es su carrera
y más altas son las cotas de poder para medrar,
mordaza es dictadura o la antesala de ella,
“¡que vivan las caenas, que no se está tan mal!”
Los bancos que salvaron financiaron sus partidos,
los jueces que nombraron demostraron su lealtad,
depende de quien seas, es falta, crimen o delito,
si es gorda tu billetera llevarás las de ganar.
Que tiemblen los empresaurios, los nuevos tiempos acechan,
futuro de emprendedores, nuevos niños de papá,
el resto somos perdedores, mano de obra, carne fresca,
simples cifras de una cuenta que encima nos hacen pagar.
Olvídate de conseguir un trabajo en el que no te exploten,
olvídate de jubilarte con una pensión digna,
olvídate de salirte de sus normas sin que corten
de raíz una opinión que cuestione lo que dictan.
Olvídate de que existes y aparenta solo hacerlo,
construye tus afinidades y reclúyete en tu gueto,
olvídate de principios y apuesta por fines bastardos,
olvídate y evádete, porque no puedes cambiarlo.
Asume que te han cautivado con sus cantos de sirena,
cualquier problema es lejano, mientras no sea tu problema,
asume que te han desarmado y vendido después por piezas
asume tu rol de esclavo, revuélcate en su vileza.