Intentado romper muros
alcé montones de escombros
y encerré mis convicciones
pa cargar sobre mis hombros
las miradas, los murmullos,
los rencores, los estorbos,
mi propia ley del embudo,
mi camino en los escollos.
Me parecen aún más bellas
las espinas que la flor,
los rayos de la tormenta,
la tristeza del cantor,
el impulso que alimenta
las ganas de hacerlo mejor,
la razón de la experiencia
y la experiencia del error.