El sueño me pilló desprevenido,
y te encontré en un lugar que creí olvidado,
pudo haber sido y no fue, hoy, como ayer, sigo perdido,
luchando contra lo incierto sin importarme caer agotado.
Es como escaparse al culo del mundo para estar a solas,
y encontrarte un montón de colillas y latas de cocacola.
Es como esgrimir palabras para romper muros de indiferencia,
como intentar escapar más allá de tu conciencia (sin drogas).
Paseo por paisajes oníricos frágiles como una nube de algodón,
emprendo delirios líricos sin reglajes ni ambición,
dejo que el tiempo se escape, vuelvo a perder el control,
y me abandono a su suerte, sin motivo, ni razón.
Conceptos abstractos con los que jugar,
una risa que destape sentimientos y que huela la libertad,
ganas de querer saltar,
por encima de las nubes para poder respirar.
Me comí la vida con los ojos
y me empaché al primer bocado,
pero aún sigo extasiado,
y aún sigue sabiéndome a poco.
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