lunes, 21 de marzo de 2011

Cotidiano

A veces parece que vivo en otra dimensión,
donde toda la gente que me rodea son meros figurantes,
el actor protagonista lo encarna la frustración,
el odio como antagonista, los mismos errores de antes.
Podría extenderme contando los ciegos que me he pillado,
podría extirparme el dolor y servírtelo en un plato,
podría describir cada olor de aquellas que me besaron,
pero hoy no tengo humor pa buscar tres pies al gato.
Me encuentro tirado en la cama fumándome un porro a escondidas,
fuera llueve, es madrugada y mi abuela está dormida,
mi madre se ha despertado, y me dice: "vaya horas",
salí de fiesta y volví y ahora divago a solas.
Más grande se hace esa bola
que entorpece mis sentidos
remordimientos que estorban
y que frenan el olvido.
Objetivo primordial: pasar desapercibido,
buscar en lo insustancial
perversos juegos prohibidos.

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