Distopía

Métete fúrgol en vena
a ver si así encuentras curro,
tira de pipa y papela
y sé feliz por un segundo.
Hínchate a telenovelas,
emborráchate de tedio,
traga carros y carretas
y recibirás tu premio.
Un hospital sin doctores,
una esquina en una acera,
como manta, dos cartones,
como alivio, seis cervezas.
Despiden a más profesores
pero no salen las cuentas,
los ajustes y recortes
son otra estafa encubierta.
Todos sabemos sus nombres,
sus maneras y sus actos,
alardean, no se esconden,
pues siempre salen intactos.
Mandan a su policía
a defender sus intereses,
no importan sus perrerías,
pues no piensan, obedecen.
No digo lo que se merecen
por si alguno se encabrona,
lo lee, me denuncia y me meten
cuatro años en chirona.
Mas lo pienso y no me importa
que me acusen de rebelde,
del radical, de insurgente,
cuando mis derechos abortan.
Cuando veo cómo explotan
hasta el aire que respiro,
y pasamos la pelota
al tejado del vecino.