A veces desearía no haber nacido,
ni haber gozado, ni haber sufrido,
a veces me dejo llevar por pensamientos sombríos,
pero otras pocas resisto y no desisto en este lío.
Perdóname si no me fío,
si prefiero estar ausente
a ser problema inherente en la corriente del río.
Sueños devorados por el hastío,
por recuerdos imborrables que nunca serán lo que han sido,
circunstancias insalvables nos separan sin motivo
la víctima y el culpable conviven con nosotros mismos.
No más miedo, ni cinismo,
dejemos las cosas claras,
si entorpezco a tu egoísmo
me defenderé a las bravas.
Sabotearé tu costumbres,
esquivaré tus balas,
viviré en la incertidumbre,
pero no en tu puta farsa.
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