sábado, 22 de diciembre de 2012

Invisible


 A veces me parece que nadie me escucha
aunque esté hablando rodeado de gente
a veces, cuando te quiero encontrar,
desapareces de repente
sin que pueda reaccionar...
 ¿Cómo puedo sentirme tan solo?
¿Cómo poder expulsar todo lo que me hace daño?
me desgasto elucubrando, sucumbiendo ante el agobio,
parece que no aprendo nada con el paso de los años.
 No intentes ayudarme,
te hundiría a ti también,
más tierra para enterrarme
más anzuelos que morder.
 No me busques, no me llames,
volveré a perder el tren,
no hace falta que me engañes
todo es falso, ya lo sé.
 No creo que estés ahí cuando se nuble mi mente,
no creo que recojas mis pedazos cuando me parta el pecho de dolor,
no creo en que me hayas querido, no espero que me recuerdes,
sé que es así de jodido, como amar, como un adiós.

jueves, 20 de diciembre de 2012

Keep the faith


 Odio la pasividad de la gente
que piensa que las injusticias son cosa ajena,
no puedo soportar las actitudes complacientes
de los sepulcros blanqueados causantes de todo el problema.
 Para ellos eres un cliente y no un enfermo,
una pieza de barro moldeable a su antojo
y no un estudiante.
 Un trasto inútil y viejo y no un anciano,
y, en vez de un ser comprometido,
un malvado maleante.
 Viven en una dimensión tan alejada de la nuestra
que no les importa lo más mínimo nuestro dolor,
se aferran a sus privilegios con mil y una formas siniestras,
censuras, desahucios, condenas, celdas, normas y traición.
 Contra su insultante soberbia, un tartazo de humildad,
un bofetón de vergüenza en su cara de cemento,
más voces que griten verdades que no quieren escuchar,
sus desplantes no se arreglan si sólo nos lo proponemos.
 Tenemos la razón y el pensamiento crítico
pa mandar a tomar vientos sus pseudoargumentos cínicos,
la voluntad y el valor, incalculables, sin precio,
amor, compromiso, pasión, antídotos al desaliento.

Maleable


 Con las manos sobre la cabeza
intentando contener los pensamientos,
sopesando mis errores, envolviéndome en silencio,
principios que siempre terminan, finales que nunca comienzan.
 La eterna contraposición
renueva y contamina a un mismo tiempo
lo que habita en la desgana y alimenta la intención
de dejar pasar las horas buscando motivos inciertos.
 Otro disparate más
para intentar deshacer el entuerto,
como un ratón en la noria
persiguiendo su propia sombra.
 Momentos que intento gastar
pese a los remordimientos,
¿paranoia o realidad?
misma esencia en otra forma.

De curso legal


La lluvia no da tregua
y la humedad se puede tocar,
el frío a la luna mengua
y el viento embravece al mar.
 Hasta el agua de los charcos
refleja un cielo sombrío,
un horizonte sin barcos,
madrugadas sin rocío.
 Población adormecida,
cercenada, envejecida,
la mentira y la traición,
monedas de curso legal.
 Seguimos cayendo en su trampa,
en la lucha fratricida,
hastiados de frustración,
buscando una identidad.
 Parece que nunca escampa,
que siempre estamos igual,
ilusiones y esperanzas
se diluyen con la edad.
 Lo que ayer era locura
hoy se convierte en cotidiano,
clavos en las herraduras,
mil putadas entre hermanos.
 Lo siento,
no puedo estar de tu lado,
si mutilas tu inocencia
y haces callar tu consciencia
por un plato de garbanzos.