viernes, 25 de enero de 2013
Galimatías
Traspaso el umbral del dolor físico
para no dejar que me afecte el dolor emocional,
concentro mis fuerzas de nuevo,
perpetro atentados líricos
y arrojo hacia el mar abierto
todo lo que me hace mal.
Miradas que atraviesan los huesos y la carne,
existencias truncadas tras barrotes invisibles,
un lecho de cartones en un rincón de una calle,
escaparates siniestros de opulencia incomprensible.
Formas parte de una masa tan voluble y maleable
que prefiere no pensar para poder seguir comprando,
te crees el ombligo de un mundo tan injusto y tan cobarde
que consume y nunca sacia sus ansias de tener más.
Tan sólo eres marioneta con mente y cuerpo de humano,
tan sólo otro triste soldado
que muere intentando matar.
No me pidas que me calme y que mire pa otro lado,
que deje de preocuparme por tanta desigualdad,
no me pidas que me calle y que me integre en un rebaño
de lobos con piel de cordero y de corderos con bozal.
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