como buenamente puedo,
me faltan dedos en las manos y en los pies
para contar las veces que he besao la lona.
¿Será esta luna cabrona,
la que hace desbocarse mis sentidos?
¿Será el recuerdo o la persona
aquello que consigue que me sienta hoy abatido?
No puedo escapar al deseo,
ni aplacar mis ganas de amar,
despejo las dudas y noto el mareo,
al pensar que, sin quererlo, te me vuelves a escapar.
Muero esta noche,
y no sé si mañana volveré a resucitar,
me siento como un fantoche
manoseao por sentimientos que no puedo controlar.
Aprendí a mirar al suelo,
pero sigo tropezándome con las mismas piedras,
con las mismas historias de angustia y de desvelo,
en un tren que va sin frenos con destino a vías muertas.
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