No tengo ganas de fingir que me da
igual,
ni paciencia para empezar otra vez de
cero,
el pesimista, el egoísta, el soñador
y el marginal,
se ahostian diariamente en un lugar de
mi cerebro.
Me preguntan...
pero no pienso casarme
con otra teoría inconclusa
que sólo pretende amansarme.
Individualismo alarmante,
todo el mundo es soberano y puede
hablar
sin tener ni puta idea.
Juzgar es más sencillo que entender
y los silencios cómplices
se convierten en lugares comunes...
aunque tú no te lo creas.
¿Cómo sentirme inmune
ante toda esta vorágine
que nos lleva cual marea?
¿Cómo no cambiar ni un ápice
y no encontrarte desplazado en la
pelea?
Quizá pregunto demasiado,
quizás de otro modo lo veas....
me lleno de esfuerzos en vano,
me encanta bailar con la fea.
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