viernes, 18 de diciembre de 2009

Divide y vencerás

Callejeando sin rumbo me veo,
como tantas otras veces,
por aceras desgastadas y parques desiertos,
si el tedio tuviese precio
ya lo he pagado con creces.
Fuego en las entrañas para combatir el frío,
en los tejaos, alimañas
que esperan verme abatido.
Todos opinan y creen saber más que nadie,
todos se creen alguien tras un miserable disfraz.
Unos hablan de defender la paz
con armamento pesado,
y otros quieren un mundo
de apestosos y apestados.
El silencio como muestra de entereza,
cuando los gritos y voces
no son más que muestras de su ignorancia.
Construyo una puerta imaginaria en mi cabeza
que me hace verlo todo desde la distancia,
no existen pobres, ni ricos, ni majestades, ni altezas,
sólo actores infelices combatiendo la tristeza.
Millones de actos atroces
y seguimos sin escarmentar,
nos miran desde arriba, ávidos y feroces,
los mismos de siempre, repitiéndose entre risas:
“divide y vencerás”.

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