Se me escapa la energía cuando menos me lo espero,
trato de enfrentarme a esta sensación sombría,
otra taza de café, colillas en un cenicero,
buscando cómo evadirme, se me ha vuelto a hacer de día.
Si me levanto de nones,
no hay cojones a calmarme,
me provoco moratones con sólo mirarme al espejo,
menos joven y más viejo, ¿crees que puedes embaucarme?
guárdate tus opiniones, tus sermones y consejos.
Me da asco respirar el mismo aire que gentuza
que deambula por el mundo sometiendo a los demás,
me da asco comprobar que de su condición abusan
para dejarnos sin curro o recortar en Sanidad.
Me niego a tener que tragar con sus putas convenciones
de confusas tradiciones de sacristía y altar,
me niego a engordar su farsa de escrutinios y elecciones
donde el cacique y el rico imponen su voluntad.
La puñalada trapera es el rito del cobarde
que come en tu misma mesa mendigando tu lealtad,
dice que está de tu lado, de compromiso hace alarde
y a la mínima te vende para poder "prosperar".
Nuevas leyes, viejas trampas al servicio de la infamia,
el corrupto sale impune, el currito al tribunal,
uno amasa los millones en un banco en las Bahamas,
y al otro lo sangran a multas sólo por protestar.
En las manifestaciones, diez maderos por persona,
no vaya a ser que tumbemos su estructura clientelar,
"sobran las negociaciones, comprad más pelotas de goma"
eso es lo que ellos entienden por diálogo y libertad.
sábado, 30 de noviembre de 2013
Temores cotidianos
Lo poco que recuerdo es que dolía,
amnesia selectiva es anestesia en ciertos casos,
a las puertas del infierno vi a la muerte y sonreía,
"dejemos que sufran en vida y recojamos los pedazos".
Lo poco que recuerdo es que sentía
caer a plomo en un abismo de reproches despiadados,
un pitido repelente, una luz que se movía,
señores con batas blancas y tubos clavaos en los brazos.
Pesadillas recurrentes,
tan tristes como reales,
mecanismos inherentes
de temores cotidianos.
Dejar que muera o se sane
o, mejor, cortar por lo sano,
sentir el miembro que falta
después de años enterrado.
Hoy, padecer ya no basta,
los intereses se esconden tras una mano tendida,
muchos acatan la orden, unos pocos los que mandan,
la mayor de las derrotas, dar la causa por perdida.
amnesia selectiva es anestesia en ciertos casos,
a las puertas del infierno vi a la muerte y sonreía,
"dejemos que sufran en vida y recojamos los pedazos".
Lo poco que recuerdo es que sentía
caer a plomo en un abismo de reproches despiadados,
un pitido repelente, una luz que se movía,
señores con batas blancas y tubos clavaos en los brazos.
Pesadillas recurrentes,
tan tristes como reales,
mecanismos inherentes
de temores cotidianos.
Dejar que muera o se sane
o, mejor, cortar por lo sano,
sentir el miembro que falta
después de años enterrado.
Hoy, padecer ya no basta,
los intereses se esconden tras una mano tendida,
muchos acatan la orden, unos pocos los que mandan,
la mayor de las derrotas, dar la causa por perdida.
Negras corazonadas
Necesito ordenar mis pensamientos,
escapar de la presión a bofetadas,
expulsar toda esa rabia acumulada en mis adentros
y limpiar mi corazón de negras corazonadas.
Esa sensación castrante
que elimina la empatía de un plumazo,
esa desidia imperante
representa la agonía
de este duelo a garrotazos.
Vi morir mis sueños tantas veces
que prefiero vivir a ras de suelo,
ya estoy cansado de oír las mismas estupideces,
no me vengas con prejuicios, a la legua te los huelo.
Ríos de tinta desembocan en un mar de confusión,
naufragios de fracasos entre olas de incomprensión,
un futuro carcomido por termitas de avaricia,
va ciega de prepotencia su santa y puta justicia.
El estado del bienestar es un camelo
y el estado de derecho una falacia,
todos miran al anillo, el sabio señala al cielo,
el régimen más hipócrita es lo que llaman democracia.
escapar de la presión a bofetadas,
expulsar toda esa rabia acumulada en mis adentros
y limpiar mi corazón de negras corazonadas.
Esa sensación castrante
que elimina la empatía de un plumazo,
esa desidia imperante
representa la agonía
de este duelo a garrotazos.
Vi morir mis sueños tantas veces
que prefiero vivir a ras de suelo,
ya estoy cansado de oír las mismas estupideces,
no me vengas con prejuicios, a la legua te los huelo.
Ríos de tinta desembocan en un mar de confusión,
naufragios de fracasos entre olas de incomprensión,
un futuro carcomido por termitas de avaricia,
va ciega de prepotencia su santa y puta justicia.
El estado del bienestar es un camelo
y el estado de derecho una falacia,
todos miran al anillo, el sabio señala al cielo,
el régimen más hipócrita es lo que llaman democracia.
Sinceridad
Una vez más, sigo fiel a mi cita contigo
en este oscuro rinconcito de la red,
son muchos los problemas pero sobrevivo,
concentro mis fuerzas, peleo,
profano con sangre un papel.
No pido nada a cambio,
me basta con hacerte pensar,
tan sólo soy otro extraño
convencido de que hay cosas
que pueden y deben cambiar.
Cada vez más rápido se me pasan los momentos,
quizás mañana no despierte y todo seguirá igual,
nadie es imprescindible en esta vida de tormentos,
nada perdura por siempre, cada bien tiene su mal.
Observo en un mundo de locos
que sólo consiguen mirar,
escucho y me quedo sordo
mas me niego a claudicar.
Trato de llegar a mi destino
y, cuando creo encontrarlo,
otra piedra en el camino
me hace ver con claridad.
Sólo soy agua y sustancias orgánicas,
un grano de arena en la playa,
una aguja en un pajar,
no me creo a fariseos que escupen palabras mágicas,
están allí donde vaya
mi fin es hacerles callar.
Respondo con mi silencio,
combato mi propia ignorancia,
los obstáculos supero,
no importa si vuelvo a errar.
en este oscuro rinconcito de la red,
son muchos los problemas pero sobrevivo,
concentro mis fuerzas, peleo,
profano con sangre un papel.
No pido nada a cambio,
me basta con hacerte pensar,
tan sólo soy otro extraño
convencido de que hay cosas
que pueden y deben cambiar.
Cada vez más rápido se me pasan los momentos,
quizás mañana no despierte y todo seguirá igual,
nadie es imprescindible en esta vida de tormentos,
nada perdura por siempre, cada bien tiene su mal.
Observo en un mundo de locos
que sólo consiguen mirar,
escucho y me quedo sordo
mas me niego a claudicar.
Trato de llegar a mi destino
y, cuando creo encontrarlo,
otra piedra en el camino
me hace ver con claridad.
Sólo soy agua y sustancias orgánicas,
un grano de arena en la playa,
una aguja en un pajar,
no me creo a fariseos que escupen palabras mágicas,
están allí donde vaya
mi fin es hacerles callar.
Respondo con mi silencio,
combato mi propia ignorancia,
los obstáculos supero,
no importa si vuelvo a errar.
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