Necesito ordenar mis pensamientos,
escapar de la presión a bofetadas,
expulsar toda esa rabia acumulada en mis adentros
y limpiar mi corazón de negras corazonadas.
Esa sensación castrante
que elimina la empatía de un plumazo,
esa desidia imperante
representa la agonía
de este duelo a garrotazos.
Vi morir mis sueños tantas veces
que prefiero vivir a ras de suelo,
ya estoy cansado de oír las mismas estupideces,
no me vengas con prejuicios, a la legua te los huelo.
Ríos de tinta desembocan en un mar de confusión,
naufragios de fracasos entre olas de incomprensión,
un futuro carcomido por termitas de avaricia,
va ciega de prepotencia su santa y puta justicia.
El estado del bienestar es un camelo
y el estado de derecho una falacia,
todos miran al anillo, el sabio señala al cielo,
el régimen más hipócrita es lo que llaman democracia.
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