sábado, 30 de noviembre de 2013

Ida de olla 23

 Se me escapa la energía cuando menos me lo espero,
trato de enfrentarme a esta sensación sombría,
otra taza de café, colillas en un cenicero,
buscando cómo evadirme, se me ha vuelto a hacer de día.
 Si me levanto de nones,
no hay cojones a calmarme,
me provoco moratones con sólo mirarme al espejo,
menos joven y más viejo, ¿crees que puedes embaucarme?
guárdate tus opiniones, tus sermones y consejos.
 Me da asco respirar el mismo aire que gentuza
que deambula por el mundo sometiendo a los demás,
me da asco comprobar que de su condición abusan
para dejarnos sin curro o recortar en Sanidad.
 Me niego a tener que tragar con sus putas convenciones
de confusas tradiciones de sacristía y altar,
me niego a engordar su farsa de escrutinios y elecciones
donde el cacique y el rico imponen su voluntad.
 La puñalada trapera es el rito del cobarde
que come en tu misma mesa mendigando tu lealtad,
dice que está de tu lado, de compromiso hace alarde
y a la mínima te vende para poder "prosperar".
Nuevas leyes, viejas trampas al servicio de la infamia,
el corrupto sale impune, el currito al tribunal,
uno amasa los millones en un banco en las Bahamas,
y al otro lo sangran a multas sólo por protestar.
 En las manifestaciones, diez maderos por persona,
no vaya a ser que tumbemos su estructura clientelar,
"sobran las negociaciones, comprad más pelotas de goma"
eso es lo que ellos entienden por diálogo y libertad.

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