Las olas se tragan la playa,
los rayos quiebran el cielo,
el agua a las rocas estalla
y el aire propaga el estruendo.
La lluvia me moja y me calma
y al tiempo me quemo por dentro,
aliento es humo de llamas
de leña de malos momentos.
Aprendo a marchas forzadas,
reviento este oscuro silencio,
la lírica brota endiablada
cual deseado sol de invierno.
Mi existencia se derrama,
regueros de descontento,
la música cose mi alma
y aplaca el dolor que siento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario