Por una vez sé lo que quiero
y no lo puedo tener,
pero lo más triste es que no depende de mí.
Intentaré ser sincero
de otra forma no sé hacer
por fuera, parezco entero,
por dentro soy un sin vivir.
No necesito mares de aguas tranquilas,
me basta con sumergirme en el azul de tus ojos,
no necesito razones, tampoco expresiones precisas,
el mayor de mis placeres, arrancarte una sonrisa.
Yo vivía en una nube y ahora me siento un despojo,
no quería ilusionarme mas terminé sucumbiendo,
se me agria hasta el carácter, se me llevan los demonios,
no quiero y me siento culpable, la pena me va corroyendo.
Hasta un paisaje bonito
me resulta mediocre, ahora que ya no estás,
mi guitarra llora blues a todas horas.
Las poesías que vomito
tu olor intentan capturar,
la nostalgia se convierte
en una tortura horrorosa.
Tenía un mundo para regalarte
pero no fue suficiente,
me invade la incertidumbre,
entre verte u olvidarte,
entre abandonarme de nuevo
o soportar el derrumbe.
Me bebo mis propias lágrimas
para llenar el vacío,
emborrono mil y un páginas
me enredo en los mismos líos.
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