No es cuestión de tiempo,
de esperar a que llegue el olvido,
se trata de lo que siento,
pues uno es parte de lo que ha vivido.
Lo intento y no puedo cambiar,
soy feliz por un momento
condenado a ser fugaz.
Me queda pequeño el disfraz
de aparentar ser inmune
a todo aquello que nos une
y a noches que no volverán.
Me purgo sudando tristeza,
me pierdo en lo inmaterial
de nuevo pruebo la bajeza
que me trae la soledad.
Me abandono poco a poco,
como alguna vez hablamos
si acierto o si me equivoco
sé que te recuerdo en vano.
Porque tú no me recuerdas
y porque no está de mi mano
hacer que tu imagen se pierda
en una tarde de verano.
Me veo como un estorbo,
un bache en tu vida sin mí,
no cejo, respiro hondo,
sólo puedo resistir.
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