Si pudiera extirparme todo aquello que me duele,
quedarían unos huesos sin tuétanos que los sustenten,
unos ojos sin color, un cerebro, roca inerte,
y unos brazos sin amor que se mueren por quererte.
Si pudiera escaparme de esta sensación obtusa,
buscaría nuevos parajes con el cielo como excusa,
pero sigo siendo esclavo de aquel tacto de tus labios
y me jode que la muerte me alcance y no pueda probarlos.
Ahora que a otro le entregas tu vida,
la mía ha perdido valor,
huyó con tu despedida
y todo me sabe peor.
Has querido pasar página,
mas recuerda que mi libro apenas tiene una hoja,
no quiero que te sientas mal, ni tampoco darte lástima,
tan sólo quiero que quieras a este ser que es una sombra...
un fantasma sin cadenas que vaga sin fe ni creencia,
que muere cuando te nombran y vive por tu presencia,
si un perdón no es suficiente y nos separa la distancia
lo nuestro de mí no depende, tú apagas y avivas la llama.
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