Hasta la polla de que me digan cómo tengo que pensar,
que sentir, que buscar, que decir, que actuar.
Hasta la polla de que intenten poner límites al mar,
de que necesiten ver sangre para poder reaccionar.
Intento tirar p'alante con lo poco que me queda,
dices que quieres ayudarme, pero me hundes en la miseria,
no me crees cuando te digo que ya he rozado la histeria
de vivir esclavizado a un triste dios de madera.
No espero nada de leyes que maltratan al desvalido,
tu mundo cuadriculado me sigue oliendo a podrido,
reglas bien delimitadas, el interés de unos pocos
guerras pacificadas y yo sigo siendo el loco.
Me da igual que me marginen por mi aspecto,
me da igual no tener pasta pa pagarme una hipoteca,
me da igual que me tachen de escoria, de canalla o de insurrecto,
eres tú el que está dormido,
aunque parezcas despierto.
No entiendes que yo no podría ser feliz
llevando la vida que llevas,
con la voz en las orejas,
con el gusto en tu nariz.
No entiendes que nacimos libres
y al poco pusieron rejas
a todo aquello intangible
que nos hace respirar.
Mas qué se puede esperar
de quien piensa que el dinero,
en la vida es lo primero
para poder prosperar.
Mas qué se puede esperar
de quien ve sólo productos,
en jóvenes, niños y adultos,
juguetes que manipular.
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