lunes, 30 de mayo de 2011

Desalmados

Tu mirada de desprecio no hace más que demostrarme
que no estoy equivocado,
que tu trabajo es pararme, reprimirme, golpearme,
y que no te importa lo más mínimo el dolor que hayas causado.
Tu uniforme y tu pistola no defienden
más que los intereses de quien te paga,
tu cerebro no procesa, sólo entiende
de hostias, arrestos y leyes, de agresiones y de tramas.
Te infiltras entre el gentío,
esperas la orden precisa
para formar todo el lío
y actuar sin cortapisas.
Pa zurrarle hasta a tu madre
si esta se pone delante,
llenar la acera de sangre,
aliciente deleznable.
"No todos son iguales",
unos reprimen por pasta
y otros por diversión,
"Algunos son tíos legales"
díselo mientras te ahostian
y siente su compasión.
No hay razón, sólo hay deber
y obediencia a quien ordena
no existe forma de ser
en quien mata y encadena.
Quien se pasa por el forro tu libertad de expresión,
es el mismo que a inocentes golpea hasta la extenuación,
quien golpea y quien machaca y por ello cobra un sueldo
no puede ser más que un cobarde, no forma parte del pueblo.

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